FRANCESCA GUILLÉN, LA HIJA DE ALEJANDRO CAMACHO: “NO SOY BISEXUAL, AUNQUE DE CHAVITA TUVE UN ENAMORAMIENTO CON UNA CHICA, PERO NO SOY GAY, YA TENGO 38 AÑOS Y ME GUSTAN LOS HOMBRES”.
-Francesca Guillén, que muchos conocemos como la hija de Alejandro Camacho, dicen que eres bisexual, que tienes novias mujeres y novios hombres.
“Sí, cómo les encanta hacer ese chisme que se generó porque hago muchos personajes gay y porque no tengo inconveniente; soy actriz y todo el mundo sabe que me encanta hacer cualquier cosa que me rete, desde subirme a un trapecio hasta besar a una mujer o salir topless o desnuda, como he salido en tantas obras que ya ni me acuerdo, y alguna vez chavita tuve un enamoramiento con una chica, pero la verdad no soy gay; las mujeres son preciosas todas, sí, pero que las aguante su mamá también, y la verdad es que a mí me encantan los hombres”.
-¿Y tienes pareja?
“No, no tengo pareja ahorita.”
-¿Por qué? Ya estás en edad de casarte, tener bebés.
“No, ya hasta me pasé. Ya estoy en el segundo hervor, ya me estoy avinagrando. Tuve una relación muy bonita, un poco larga, con un chico, Juan Manuel, que es mi superamigo ahora; luego tuve otra relación cortita pero se intentó y no nos salió el amor, y ahorita estoy solita, aunque para mí es superimportante el amor, es lo que me nutre más que otra cosa…”
-¿Te hace falta?
“Más que la ensoñación del amor y la posibilidad de construir en conjunto, a mí me prende, y la vida en pareja me fascina y todo eso, ¿no?; pero bueno, también es cierto que luego como que no me doy el espacio para estar solita y ahorita me ha hecho bien ese momento de bastante reflexión, de mucha literatura”.
-¿Vives sola?
“Vivo sola con mis dos gatos, que son como hijos latosos”.
-Y a Alejandro, tu papá, ¿lo ves?
“Cuando su agenda muy apretada lo permite y la mía, porque ahorita no he parado de estrenar obras…”.
-¿Y tu mami?
“Mi mami está en San Cristóbal de las Casas con su novio, ella es más estable emocionalmente que yo. Ella donde pone el ojo pone la bala y ahí se queda y vive con un chiapaneco, sí, con un zinacanteco, exactamente llevan 15 años”.
-¿Pero anda con sombrero, baila y le pega al bastón?
“No, él es baterista de una banda de rock padrísima y es un tipo encantador”.
-Oye, ¿y Alejandro Camacho te ayuda económicamente?
“No, pues yo solita pago mi renta y así fui educada; desde muy niña soy muy independiente, gano dinero desde los cinco años, poco o mucho o regular, a lo mejor por eso no me he casado, no sé vivir en esta onda en la que te buscas a alguien que te mantiene. No me lo enseñaron y no me ha pasado”, dijo Francesca, quien estrenó la obra de teatro “Los desaparecidos”, los martes en el Foro Shakespeare.
“Me asusta porque es teatro clown y es mi primera vez que estoy incursionando en esto, es teatro sin texto pero sí con discurso y está muy basado como en la corporalidad; en este caso trata de los desaparecidos que ya no son, lamentablemente, cosa nueva para México, y este proyecto nació a partir de los desaparecidos de Ayotzinapa; pero el tema al que nos referimos es los desaparecidos en general, la ausencia y el dolor que genera la ausencia de alguien a quien amas”.
-Oye, te cortaste tu pelito chiquito.
“Sí, ya sé. Estoy loquísima”.
-Te ves de 18 años, ¿qué eda tienes?, ¿se puede preguntar?
“Tengo 38, recién cumplidos. Me lo corté por un montaje con Ofelia Medina, “De tangos, cronopios y autonatas”, sobre la obra de Julio Cortázar; bailábamos tango y yo representé a la última mujer de Julio, que tenía el pelito cortito y era muy asexuada, y pues así me lo corté y luego me rapé”, concluyó Francesca.