En la ATP solamente existen nueve fisioterapeutas que trabajan durante todo el tour; tres europeos, dos australianos, un sudamericano y tres en Estados Unidos, uno de ellos Mauricio Elizondo, el único mexicano, quien aunque radica en el país vecino, es originario de Ciudad Obregón Sonora.

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Mauricio, como muchos niños al norte del país, creció viendo béisbol en Obregón, el futbol y el tenis también fueron unos de sus favoritos, sin embargo la natación robó su atención desde muy pequeño. Elizondo compitió en pruebas nacionales y aunque el deporte siempre estuvo ligado él, jamás creyó llegar a la ATP o las Grandes Ligas, donde empezó su carrera.

“Nunca me imaginé estar como terapeuta en el tenis profesional, sí lo seguía, era muy fan de Roger Federer y de Andy Roddick, los veía mucho, en México pasaban los Grand Slam, pero estar acá jamás lo imaginé” contó en charla con ESTO.

El camino de Mauricio a la ATP fue relativamente sencillo, la pasión por el deporte y su curiosidad por la medicina le hizo saber desde temprana edad que la fisioterapia estaba en su destino, por lo cual, una vez que terminó la prepa, decidió emigrar a Estados Unidos donde estudió al licenciatura en Athletic Trainer en Oregon State, de ahí su primera aventura fue en los Red Sox de Boston, donde poco a poco continuó preparándose y ahora es doctor por la Universidad de San Agustin.

“Yo empecé trabajando en beisbol profesional, al salir de la universidad encontré trabajo en las grandes ligas, hablar español y estudiar en Estados Unidos me ayudó a encontrar trabajo en el beisbol con tres equipos: los Boston Red Sox, los Dodgers de los Ángeles y los Blue Jays de Toronto; después de 10 años trabajando con ellos ya quería un cambio de deporte”, relató.

Cuando sentía que era necesario emigrar, su esposa, que entonces trabajaba en la WTA, fue la vía para acceder al tenis, un par de pruebas le costaron anotarse en el tour, pero fue en 2020 cuando llegó la gran oportunidad de volverse uno de los nueve que recorren el mundo como fisioterapeuta oficiales.

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“Mi esposa trabajaba en la WTA, al momento que la ATP solicitaba alguien de medio tiempo, apliqué para empezar desde abajo y me dieron un año de 7 torneos, luego otro de 15, fue en 2020 cuando había planta fija, me entrevisté en Nueva York y me quedé, desde entonces estoy al 100% en el tour”, cerró.

UN DÍA EN EL TOUR

El primer jugador de la ATP al que Mauricio tuvo que hacerle un tratamiento fue Taylor Fritz; en su camino han pasado otros como Cameron Norrie o Mackenzie McDonald , pero sin duda fue el último Wimbledon donde vivió su mayor experiencia. No solo fue el encargado de atender a Rafael Nadal cuando comenzaron sus molestia ante Fritz, también e encargó del área por completo, por lo que por su área de trabajo pasaron prácticamente todos los tenistas del torneo.

En un día normal Elizondo no pisa las pistas, su trabajo es detrás, sobre todo previo y posterior a los partidos, pero en aquellos cuartos de final en la Catedral del Tenis, sus servicios fueron requeridos para atender al considerado por muchos uno de los mejores tenista de la historia.

“El día consta de estar antes de los partidos porque hay trabajo, durante y después, tenemos que estar hora y media antes para aplicar vendajes, cubrir ampollas, ayudarlos a estirar, checar una lesión o apoyar en el calentamiento. Durante el partido estamos dentro de terapia de cada torneo y ahí esperamos porque hay partidos en los que nos llaman a cancha y prácticamente eso hacemos, es raro que estemos dentro de la pista a menos que sea semifinal o final”, contó a ESTO.

Mauricio no tiene un tenista predilecto, para él todos son iguales y necesitan el mismo trato, de hecho, aseguró que no ha tenido ningún desencuentro con ninguno, pues en general todos son muy amables.

“Hay muy buenos tenistas, muy buena gente, en general todos son muy educados y no he tenido nunca ningún problema con ninguno, además con todos el trato es igual”, contó.

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LOS CABOS ES TAREA FACIL

El único fisio mexicano en la ATP tuvo la oportunidad de trabajar este verano en Los Cabos, no siempre es así, pues aunque disfruta mucho de México y siempre pide ser asignado a las competiciones nacionales, a veces el calendario lo lleva por otro rumbo.

“Mi jefe el que hace el calendario trata de ponerme en Acapulco y Los Cabos porque soy mexicano y ya me conocen, aparte ayuda el español, pero seguro no es, todo el horario cambia según la logística”; explicó.

“Acá en los Cabos no ha estado pesado, lo pesado es el horario, pero el trabajo en el área de terapia no es mucho, somos tres frisios y entre los tres nos hemos acoplado bien, los tenistas están en buenas condiciones, no ha habido muchos golpes de calor como es la costumbre”; cerró.

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