NATAL.- Los lazos familiares siempre van a todas partes.  Así que el Tricolor no solamente entrenó con los 23 elementos y su cuerpo técnico, sino lo hizo bajo la mirada de los padres, hermanos, primos, cuñados, suegros, novias, tíos, amigos y hasta “colados”.

Y es que durante el entrenamiento de este sábado celebrado en la cancha Frasqueirao ABC, dichas personas junto a aficionados, que siguen a la Selección, llenaron gran parte del graderío para apoyar, luego de la victoria sobre Camerún en el inicio de su camino en el Mundial.

Todos, con la simple misión de alentar, pues después de ser seguidores viven en cuerpo y alma el presente del jugador, alentaron hasta que se quedaron sin aliento, por lo que apodos que no son conocidos, ayer se escucharon, como en el caso de Aquino, al que le gritaba su padre de cariño, “vamos chaparrito”, mientras que a Raúl Jiménez le decían venga “guerrero”, todo un momento único.

Entre ellos pusieron el ambiente, compartieron el momento con los seguidores, para después de la práctica, convivir con ellos en un restaurante privado, por lo que el evento fue más exclusivo.

Así, la familia fungió ser el número 12, pero en realidad son el 1, el motor de vida. (LGO/ Foto: Jorge Barrera/ enviados especiales)