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21, abril 2016 - 17:59

┃ ESTO

Rio de Janeiro

Dos personas murieron el jueves al desplomarse una nueva ciclovía elevada que ha sido promovida como un gran legado de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

El accidente en la pista para bicicletas Tim Maia es el percance más reciente en una serie de problemas que aquejan a los preparativos para las Olimpiadas a efectuarse del 5 al 21 de agosto, los cuales incluyen preocupaciones de que ocurra un brote del virus del zika, inestabilidad política que amenaza con derivar en la caída de la presidenta Dilma Rousseff, ventas decepcionantes de boletos y recortes presupuestales en la peor recesión de Brasil en décadas.

El secretario municipal de Río, Pedro Paulo Carvalho, dijo que se cree que hay una tercera persona desaparecida después de que aparentemente una ola gigantesca barrió un acantilado rocoso y levantó un tramo de la ciclovía de unos 50 metros (150 pies) de longitud, que después cayó hacia las rocas y el mar debajo.

El cuerpo de bomberos de Río sólo confirmó los dos fallecimientos. Los noticieros locales indicaron que otras dos personas fueron rescatadas con vida.

Helicópteros sacaron del mar a los dos muertos y los colocaron en la arena dorada de la playa Sao Conrado. Primero fueron cubiertos con coloridas mantas y posteriormente con plásticos negros.

Las olas los remojaban periódicamente. Una multitud se reunió a su alrededor, mientras que otras personas continuaron con un partido informal de fútbol cerca de allí.

Joao Ricardo Tinoco identificó a una de las víctimas como su cuñado, Eduardo Marinho Albuquerque, de 54 años. Dijo que éste se encontraba trotando cuando ocurrió el accidente.

La hermana de Tinoco, Eliane, se arrodilló frente a su cuerpo, besó su frente y rogó que le dieran un momento adicional “para despedirse”.

Se le preguntó a Carvalho si el accidente pudiera deberse a que la construcción haya sido deficiente, un problema perenne en Brasil, donde los sobornos están presentes en muchos proyectos de construcción. Respondió que es demasiado pronto como para inferirlo e indicó que se está llevando a cabo una pesquisa para determinar la causa del desplome.

“Está claro que un accidente como este es imperdonable”, le dijo Carvalho a la red de televisión Globo.

La ciclovía de 4 kilómetros (2,5 millas), que une a los elegantes vecindarios de Sao Conrado y Leblon frente al mar, ha sido cerrada, señaló el funcionario.

El jueves fue un día feriado en Brasil, y como el clima estaba soleado y cálido, las ciclovías de la ciudad, sus playas y otros puntos recreativos al aire libre estaban atestados.

El camino para bicicletas está bastante por encima del agua, sostenida por pilares de metal y concreto erigidos sobre el acantilado rocoso. Inaugurado el 17 de enero con muchas fanfarrias, el proyecto de 45 millones de reales brasileños (12,5 millones de dólares) fue promovido en un principio como uno de los proyectos más exitosos del legado olímpico, granjeándose elogios por sus paisajes espectaculares.

Pero pronto los detractores comenzaron a quejarse de que la estructura nueva ya estaba mostrando indicios de deterioro y que lo angosto del camino hacía a los ciclistas presa fácil de los asaltantes.

La ciclovía está ubicada junto a un camino bastante encima del nivel del mar que será utilizado para el evento de ciclismo de ruta en los Juegos Olímpicos. Se está ampliando la ciclovía hacia el oeste al vecindario Barra da Tijuca, que es uno de los centros de actividades olímpicas, y Carvalho dijo que los trabajos de ingeniería de ese tramo estarán bajo supervisión adicional.

En un comunicado enviado por correo electrónico, los organizadores olímpicos de Río dijeron que “nuestros pensamientos y solidaridad están con la gente y sus familias y amigos afectados por el trágico accidente”.

El desplome de la vía ocurrió justo horas después de que se encendiera en Grecia la llama para los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica, en el sitio donde nacieron los juegos de la antigüedad. Carlos Nuzman, director del comité organizador de Río de Janeiro, se mostró optimista al hablar en la ceremonia.

“Estamos increíblemente orgullosos de haber llegado tan lejos, navegando a través de algunas de las aguas más desafiantes que se han visto en el movimiento olímpico”, afirmó Nuzman antes de enterarse del accidente, y añadió que la llama olímpica “trae un mensaje que puede y unirá a nuestro querido Brasil”.

El encendido del fuego da inicio a un recorrido de 15 semanas que culminará con la ceremonia inaugural el 5 de agosto en Río.