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19, marzo 2024 - 12:16

┃ Yael Rueda

Tadej Pogacar ganó la segunda etapa de la Volta a Cataluña / Foto: @TeamEmiratesUAE

El esloveno Tadej Pogacar aseguró que se siente feliz tras ganar la segunda etapa de la Volta Ciclista a Cataluña, en la que se colocó primero en la general, aunque admitió que el final fue muy duro con el ascenso al puerto de Vallter.

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“Hemos empezado con buen tiempo, como si fuera verano, y luego llegaron las nubes. Pensábamos afrontar sin lluvia la última ascensión, pero no fue así, y en el segundo ascenso también llovió. Ha sido una subida muy dura, también pude sentir la altitud. Fue un final duro, pero estoy feliz”, resumió.

La Volta partió en la segunda jornada de la soleada localidad costera de Mataró y enfiló el ascenso a los Pirineos, con un ruta de 186,5 kilómetros culminada con la llegada en subida al puerto de categoría especial de Vallter, el techo de la carrera, a 2.135 metros de altitud, en un desenlace marcado por el frío y la lluvia.

Pogacar explicó que en el tramo inicial de la etapa, cuando se adelantó casi un minuto respecto al pelotón junto a su compañero Domen Novak, fue “un momento divertido”. También contó que en el descenso del Coll de Coubet, en el que lideró al pelotón, se sintió cómodo y se mantuvo a su propio ritmo.

Así fue la victoria de Tadej Pogacar

El esloveno Tadej Pogacar ganó en solitario la segunda etapa de la Volta Ciclista a Cataluña, la primera de montaña, tras atacar en el ascenso a Vallter, puerto de categoría especial, a 6,5 kilómetros de la meta.

El gran favorito cruzó la línea de meta con un tiempo de 4h.52:37 y se situó primero de la general tras ganar una etapa en la que Mikel Landa (Soudal Quick-Step) fue segundo, a 1:22 de distancia del vencedor, y Aleksandr Vlasov (Bora Hansgrohe) terminó tercero.

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La Volta partió en la segunda jornada de la soleada localidad costera de Mataró y enfiló el ascenso a los Pirineos, con un ruta de 186,5 kilómetros culminada con la llegada en subida al puerto de categoría especial de Vallter, el techo de la carrera, a 2.135 metros de altitud, en un desenlace marcado por el frío y la lluvia.

Con información de EFE