Fabiola Poblano, presidenta del Consejo Autónomo de Pueblo y Barrios Originarios, de descendencia ancestral, desde Tenamachtle, hasta lo que es hoy dicha representación actúales de pueblos y barrios, organismo que logró en 2017, luego de más de 500 años, ser reconocidos como sujetos de derecho colectivo con personalidad jurídica y con patrimonio propio. Esto ha quedado consignado en la Constitución de la Ciudad de México y en la ley de pueblos y barrios originarios, realizará hoy en la puerta principal de La Plaza México un rito ancestral con parte de dicho organismo, como parte de sus rituales y al celebrar también este día su inclusión a la Constitución.

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“Nuestro vínculo con la tauromaquia tiene que ver con la libertad que tenemos nosotros y sobre todo también en el derecho de preservar nuestra identidad, nuestro patrimonio, tanto como cultural material e inmaterial. Es para nosotros un patrimonio ancestral. Parte de nuestros rituales tienen que ver con animales sagrados, no solamente con animales que ya existían, sino también con el toro bravo que es muy simbólico”, indicó.

“Cuando se hace esta inter relación entre toro y torero, es un ritual sagrado, en donde lo que el torero ofrenda es su vida; el derramamiento de la sangre del toro es sagrada y se ofrece a nuestras ancestralidades, de tal manera que esto se ofrece para la paz. Para que haya abundancia y prosperidad. Nosotros sabemos lo que tiene que ver nuestra ritualidad con el ritual de la fiesta de toros”, anotó Fabiola.

“NOS DESPOJAN DE NUESTRAS COSTUMBRES”

Expresó que actualmente hay tendencias globalizadoras donde, “nos empiezan a despojar de nuestros usos y costumbres tradicionales y ancestrales, sustituyéndolas por otras formas de pensar y despojarnos de las nuestras”.

Asimismo entiende que qué hay quienes puedan no gustarles, “incluso que nos puedan ver cómo salvajes, por qué no están entendiendo la cosmovisión que existe en el ritual del toros, pero, si no les gusta, tiene la libertad de no asistir, mas no la libertad de quitarnos nuestra identidad y cultura. Las autoridades deben también escuchar a los pueblos y barrios originarios”.

LA PLAZA MÉXICO ESTÁ EN SU TERRITORIO

Reveló que La plaza de toros México está dentro del territorio del pueblo de San Juan Malinaltongo, “desde mucho antes que se construyera estos lugares eran santuarios sagrados en donde se hacían rituales; una vez que se construye la plaza se sustituye nuestro ritual ancestral y hay un sincretismo en la fiesta taurina y encontramos nuevamente nuestro ritual”.

Finalmente Fabiola mencionó que, “Cuando la gente está en la plaza se siente un desfogue y euforia d el agente, hay toda una cosmovisión y religiosidad en el sentido de la espiritualidad, es decir, lo que nos contenta y conjunta. Para nosotros la plaza es parte de nuestros derechos. Por ello, las ritualidades del toro, como otros, tienen que ser respetadas”.

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