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30, agosto 2023 - 20:38

┃ Álvaro Zaldaña

Hubo una gran cantidad de policías en los alrededores del inmueble / Fotos: Luis Garduño

Querétaro, Querétaro.- Tuvo que pasar un año y medio para que Querétaro y Atlas volvieran a enfrentarse en el Estadio La Corregidora, por la tragedia del 5 de marzo de 2022 que dejó a más de 20 heridos de gravedad.

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La Liga MX no quiso sorpresas y junto con las autoridades estatales, municipales y de los Gallos Blancos llevaron a cabo un operativo de seguridad al que catalogaron de “especial”. Con 1400 elementos integrados por seguridad privada, pública, bomberos, paramédicos y oficiales de tránsito.

Para ingresar al inmueble, en carro o a pie, los aficionados tuvieron que pasar hasta 5 anillos de seguridad: el ingreso al circuito, al estacionamiento, revisión al pasar por taquillas, por detección de de olor con perros entrenados, y uno más antes de acomodarse en sus asientos.

La seguridad también fue para el Atlas. Pues el equipo de Jalisco llegó en un autobús comercial para no llamar la atención, y escoltados por motocicletas y patrullas a la distancia.

Este dispositivo hizo sentir muy seguros a los aficionados que acudieron al duelo. Los de Querétaro pidieron no estigmatizar de inseguro a La Corregidora pues “antes del 5M siempre fue familiar”.

Algunos seguidores de Atlas también llegaron a la cita. Aunque fueron pocos y en mayoría camuflados, salvo por algunos valientes como Aldair, quien junto a su hijo Milán de 7 años vivieron el conflicto del 5M. Este miércoles trajo al pequeño directamente desde Guadalajara, para darle una “lección de vida”.

“Lo quise traer para que entienda que eso no es el fútbol, que eso fue un accidente, que no siempre es así. Pero que entienda que esas cosas pueden pasar aquí, en el llano o en cualquier lugar. Es un aprendizaje”, apuntó Aldair a ESTO, mientras que el pequeño aseguró “tener un poco de miedo, pero más emoción por volver al estadio”.

Antes, durante y después del partido, y una caravana de ocho patrullas resguardó el circuito del inmueble en busca de prevenir cualquier enfrentamiento u acto delictivo.

Los aficionados también pudieron disfrutar de beber cerveza dentro del inmueble, a pesar de que se creía lo contrario. Eso sí, solamente podían comprar a los vendedores del inmueble, más no ingresarlas a sus palcos.

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La Corregidora, por ahora, pasó la prueba de volver a ser un estadio seguro y familiar. Aunque el estigma obtenido por el 5M siempre estará presente, y en cada partido se esperará que ocurra lo peor.