Una vez más el acero impidió que el torero mexicano Isaac Fonseca consiguiera el triunfo. El Huracán de Morelia se presentó en Dax, un recinto especial en el que el año pasado tomó la alternativa para convertirse en matador de toros, y la consigna era evidente, triunfar, no obstante, con la espada no pudo redondear su actuación.

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Apenas el jueves Fonseca Soto dejó escapar la Puerta Grande en Huesca precisamente por fallas en la suerte suprema y ahora en territorio francés se repitió el lamento en una corrida en la que hizo el paseíllo a lado de Rafael Rubio “Rafaelillo” y Javier Cortés para lidiar astados de la ganadería de Pedraza de Yeltes.

Fiel a su estilo, con temple y entrega, el moreliano recibió a puerta gayola al tercero del festejo, a un castaño noble para de inmediato echarse al público en el bolsillo. Fonseca se paró al centro del ruedo y brindó al presente. El mexicano concretó buenas tandas de derechazos, buena variedad e intentos al natural, pero pinchó y descabelló. Se le esfumó al menos un trofeo.

Con cierra plaza, Isaac Fonseca de nuevo se hincó en la salida de toriles. Un astado de Pedraza que humillaba y que iba bien por ambos pitones, no obstante, su falta de fuerza impidió al michoacano hacer un poco más. La faena no tuvo conexión se acortaron las tandas y de nuevo falló con el acero para escuchar avisos e irse en silencio.

El mexicano ahora deberá enfocarse a su próxima cita en Lumbrales el próximo 22 de agosto en lo que ha sido una temporada europea de diversos festejos, donde confirmó la alternativa en Madrid en mayo pasado para después coronarse en la Copa Chenel y triunfar en Pamplona.

FICHA:

Rafael Rubio “Rafaelillo”: ovación tras aviso y ovación.
Javier Cortés: silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
Isaac Fonseca: palmas tras dos avisos y silencio tras tres avisos.

ACEPTABLE PRESENTACIÓN DE NEYRA EN LAS VENTAS

En una novillada con picadores, el mexicano Eduardo Neyra tuvo una aceptable presentación en la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid, en la prosecución de su preparación para dar el salto como matador de toros. El duranguense se presentó frente a “Veinteañero”, un negro listón, astifino, que por momentos protestaba, pero el diestro supo emplearse de buena manera para concretar una buena faena al de Antonio López Gibaja.

Neyra se presentó con quites por chicuelinas y después de brindar al presente del recinto de la calle Alcalá se dispuso a torear por todo lo alto con tandas largas, pero el novillo por momentos no acompañó y dificultó el actuar del novillero. También lo intentó al natural con el burel muy pegado a su cuerpo. Voluntarioso estuvo “Lalo”, quien pinchó y después colocó una estocada trasera, descabelló. Silencio tras dos avisos.

Más adelante en el festejo se presentó en el ruedo “Duquesito”, el cuarto de la tarde, sin embargo, su falta de coordinación fue notoria, por lo que se dio su regreso a los corrales. Apareció el reserva del hierro de El Cotillo.

Eduardo Neyra una vez más estuvo entregado, consciente de lo que significa pararse en Las Ventas, pero el novillo dio pocas opciones para el lucimiento. La dedicación del mexicano fue tal que en el inicio del tercer tercio se plantó de rodillas en los medios para realizar cambiados por la espalda. En uno de ellos el burel pegó en la chaqueta de Neyra sin que pasaran graves consecuencias.

Tras eso no hubo continuidad en la lidia y todo terminó en silencio tras un aviso. En esta ocasión los trofeos no se lograron, pero Eduardo Neyra cumplió en un festejo en el que apenas hubo un cuarto de entrada. Sus alternantes en el cartel Diego García y Jesús Moreno tampoco pudieron hacerse de las orejas.

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FICHA:

Eduardo Neyra: silencio tras dos avisos y silencio.
Diego García: palmas tras aviso y silencio tras aviso.
Jesús Moreno: ovación y vuelta al ruedo.