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26, marzo 2023 - 20:40

┃ Rubén Beristáin

Los aficionados nacionales le pusieron color al Azteca / Foto: Oswaldo Figueroa

La afición mexicana es diferente y bastante peculiar. Su pasión y distintas emociones en un partido de futbol nunca pasan desapercibidas, mucho menos si están en el estadio Azteca. Los seguidores abarrotaron las gradas del recinto, hubo un poco más de 65 mil espectadores y en un lapso de 90 minutos experimentaron diversos estados de ánimo. Tristeza, enojo, alegría, de todo.

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Lo primero que se vivió fue de dolor y melancolía. Honor a quien honor merece, así se vivió el homenaje póstumo a Xavier López Chabelo. El amigo de todos los niños, y de todo el pueblo mexicano, recibió un minuto de aplausos previo al partido entre el Tricolor y Jamaica, con todo y video incluido en las pantallas con los momentos más emblemáticos de la leyenda.

Después fue el paso de las alineaciones. Donde los más ovacionados fueron el Chucky Lozano, Orbelín Pineda, Edson Álvarez y Luis Chávez. Mientras que Jorge Sánchez, Héctor Moreno y Guillermo Ochoa fueron los más abucheados. El director técnico Diego Cocca recibió un apoyo dividido y mientras algunos lo aprobaron, también hubo molestia.

México recibió un par de goles en el primer tiempo y Ochoa fue la víctima. El nombre de Carlos Acevedo retumbó. Mismo caso que el de Santiago Giménez cuando ingresó Raúl Jiménez en el complemento. El de Feyenoord es el preferido por encima del qué milita en la Premier League con el Wolverhampton.

El partido tuvo que suspenderse momentáneamente por tormenta eléctrica, justo al minuto 34. Cuando el sonido local lo comunicó, la afición respondió con un abucheo mientras los jugadores abandonaban el campo. Todo cambió en cuanto se reanudaron las acciones y la alegría volvió.

Cerca del final del encuentro, y con la desesperación del empate, fue cuando se escuchó el grito homofóbico en uno de los últimos despejes de Jahmali Waite, qué después el sonido del estadio se encargó de silenciar y ocultar con el famoso “Dale México” cada que el cancerbero jamaicano realizaba su despeje.

Todo culminó con un sonoro abucheo y con una molestia mayúscula por las constantes fallas de los delanteros tricolores. La afición mexicana no se fue nada contenta del Azteca por el empate en casa, resultado que no agradó ni un poco.

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