Tuvieron que pasar 10 años para que uno de los mayores talentos mexicanos de la última época volviera al equipo nacional de Copa Davis.

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Luego de la suspensión por dopaje que sufrió hace un par de años, César el “Tiburón” Ramírez se mostró contento por volver a representar a su país, con todo y que el resultado no fue positivo.

“No hay que olvidar que es una serie complicada, si vemos los números hay casi 1,000 puestos de diferencia hoy en día entre sus jugadores y nosotros. No es un pretexto, pero hay que darle el mérito a la calidad de jugadores que estamos recibiendo. Tomé la responsabilidad de ser la raqueta número uno de México, entré a la cancha tratando de darle el 1-0 a mi compañero, tuve mis oportunidades. En el segundo set estuve 3-1, pero así es el tenis”, comentó luego de su derrota a manos de Chun Hsin Tseng.

El “Tiburón” reiteró la satisfacción que le genera volver a ser parte del equipo Copa Davis: “Para mí es un honor representar a esta camiseta como lo he hecho a lo largo de mi carrera. Ha sido un regreso digno, motivante y espero que vengan muchas series más. Es miotivante estar de vuelta”

Por su parte, el jugador asiático explicó las claves que le permitieron darle el 1-0 a su país.

“Traté de relajarme, mantener la calma. Sabía que tendría pequeñas oportunidades, tendría pocas, y utilicé mi juego para aprovecharlas”, comentó Tseng.

El actual número 110 del mundo reconoció que la altura del Estado de México fue un desafío durante toda la contienda: “Al principio traté de moverlo de un lado a otro, lo estudié en el primer set y pude leer sus movimientos. Definitivamente fueron condiciones más difíciles de las que estoy acostumbrado, la altura me afectó, el clima es muy difícil”.

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