Uno de los momentos más tristes en la historia de las Copas del Mundo fue el retiro de Zinedine Zidane. Mientras todos esperaban que el francés saliera airoso en la final de Alemania 2006, su último partido, el elegante atacante tomó una mala determinación y culminó su carrera con un contundente cabezazo sobre Marco Materazzi que lo hizo recibir la tarjeta roja ante Italia.

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La gran final del Mundial se disputó en el estadio Olímpico de Berlín, en esa mítica cancha, Italia y Francia saltaron al terreno de juego para definir al nuevo monarca.

Apenas a los siete minutos de acciones, Zinedine Zidane anotó el de la ventaja para los suyos. Su fiesta estaba siendo total y se desarrollaba muy rápido.

A pesar de todo, Marco Materazzi puso el 1-1 que a la postre sería definitivo. Curiosamente los anotadores de esa noche serían los protagonistas de una imagen que se mantendrá por el resto de la historia.

Al finalizar el tiempo regular, la emoción comenzó a convertirse en un manojo de nervios y fue en esos instantes en los que la tragedia llegó: Zinedine Zidane le propinó un cabezazo a Marco Materazzi y la incógnita se mantuvo durante una gran cantidad de tiempo.

Zinedine Zidane recordó el golpe a Materazzi

Zinedine Zidane reconoció que Marco Materazzi no ofendió a su madre, como se había mencionado en diversos rumores, sin embargo, reconoció que la persona ofendida por el italiano fue su hermana.

“Ese día en particular, mi madre estaba muy cansada, no se sentía bien. Estuve con mi hermana al teléfono varias veces durante el día. Sé que mi madre no está bien, tampoco es demasiado grave, pero sigue siendo una preocupación. Seguía concentrado (en la Final), pero todo son cosas que surgen con la presión, esto y aquello. Él (Materazzi) no me habló de mi madre, ya ha dicho que no insultó a mi madre y es cierto, pero sí insultó a mi hermana, que estaba con mi madre en ese momento”, comentó para el diario L’Equipe.

Zizou consideró que se equivocó de fea manera, porque en el terreno de juego siempre han existido los insultos, pero esa ocasión se le fue de las manos.

“En el campo hay insultos, todos hablan entre sí, a veces mal, pero tú no haces nada. Ese día, pasó lo que pasó. Él provocó algo al hablar de mi hermana Lila, fue solo un segundo y me desconecté. Pero luego hay que aceptarlo, yo no estoy orgulloso de ello, pero es parte de mi trayectoria”, finalizó.