Foto: Cuartoscuro

GUADALAJARA.- Rafael Márquez Álvarez está cansado y decepcionado por todo lo que sucede en el Atlas. A tal grado es el malestar que experimenta el otrora ídolo referente del conjunto rojinegro que ya se habla de que renunciará a la presidencia deportiva de la institución tapatía, luego de la serie de errores que mantienen al equipo del paradero en los últimos lugares de la tabla y en un inminente riesgo de descenso a partir del ciclo 2019-2020.

A siete meses de distancia de asumir el cargo directriz en la institución rojinegra, poco o nada ha podido hacer por el equipo donde nació deportivamente. La inercia en la tabla de cocientes no cambia. En la actual campaña, el Atlas ocupa el puesto 15 con 10 unidades, en la tabla de clasificación, lejos de los puestos de Liguilla, al registrar tres victorias, un empate y cinco descalabros, seis de los cuales han ocurrido en cascada, en los últimos encuentros del Clausura 2019.

Tras consumarse el descenso del Veracruz, en la pasada jornada 11, la escuadra tapatía está en el puesto 16 de la tabla de cocientes con 1.1354, apenas arriba del Querétaro, que registra 1.0729. Sin embargo, a partir del ciclo 2019-2020 ya se halla en el lugar 17, al acumular 1.0323 al igual que Gallos Blancos, club con el que ya comparte los focos rojos. Los rojinegros disputarán la salvación contra el Querétaro y las Chivas, su rival en Jalisco, que apenas suma 1.0928 para dicho proceso.

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Los otros equipos involucrados serían el equipo que ascienda (si es que está certificado) y el Veracruz, si es que cumple con los requisitos establecidos para continuar en la rama, incluido el pago de 120 millones de pesos.

Ante tal panorama, el malestar de Rafa es entendible, al no conseguir revertir la tendencia a la baja de su institución, por lo que ya se habla incluso de que planea regresar a Europa, donde aprendería lo necesario para estar a la altura de futuros proyectos deportivos.

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El tiempo dirá cuál será el curso que tomará la carrera de Márquez Álvarez y su relación con los rojinegros. La realidad es que Atlas necesita revertir la crisis cuanto antes, porque el próximo ciclo está a la vuelta de la esquina y ya carga con el peor porcentaje.