Hace casi 59 años fue inaugurado el Autódromo Hermanos Rodríguez, el cual nació como un proyecto de tesis del ingeniero Óscar Fernández, quien es un apasionado de los automóviles y que propuso en su trabajo de titulación la necesidad de un circuito de carreras, el cual fue creado sobre la zona pantanosa al oriente de la Ciudad de México.

El trazado original cambió de apariencia y a poco menos de seis décadas, ha evolucionado hasta convertirse en lo que es actualmente la sede con el reconocimiento por la Federación Internacional del Automovilismo como el Mejor Gran Premio en 2015, 2016 y 2017.

“Mi papá fue piloto aviador del ejército estadounidense en la Primera Guerra Mundial fue mandado a México como experto mecánico para abrir la agencia Dodge, mi papá me consiguió manuales de la Fuerza Aérea americana en la que había muchos datos sobre pavimentos, pistas de arrastre, factores de impacto de ruedas sobre el pavimento y hundimientos”, expuso Óscar Fernández, artífice en la creación del autódromo.

Con el paso del tiempo, los estándares de seguridad se fueron tomando con la mayor seriedad, ya que en 1985, cuando Pascual Ortiz Rubio era el titular de la CODEME, se propuso traer a la Fórmula Uno, por lo que el arquitecto responsable del trazado del Hermanos Rodríguez, Manuel “Chacho” Medina, la promesa era traer a nuestro país al Gran Circo.

“Pascual Ortiz Rubio nos reunió al presidente de la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo, Mauricio Maya, y a su servidor. Me preguntó sobre lo que había de cumplir, estaba coordinando al equipo de Héctor Rebaque; así fue como trajimos la Fórmula Uno y cumplimos”, recordó.