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17, febrero 2018 - 19:00

┃ ESTO

Layún

Las Palmas de Gran Canaria.- El Sevilla,  con un Miguel Layún de titular por primera vezse llevó los tres puntos ante la UD Las Palmas (1-2) en un partido que dominó con claridad hasta que logró su segundo gol, pero en el que reaccionó el equipo amarillo con un penalti convertido por Calleri, y una última jugada polémica invalidada que acabó con un gol local que no subió al marcador.

El finalista de la Copa del Rey había hecho mucho daño al equipo isleño durante una primera parte en la que llegó con frecuencia y facilidad al área rival, encontrando muchos espacios para desplegarse.

El Sevilla, a la contra, anunciaba el gol, y llegó tras una llegada de Correa con apertura a la derecha para Sarabia, quien con una bicicleta rompió la cintura a Aguirregaray. Su disparo, rechazado con la manopla por Chichizola, quedó muerto en el área chica para que Ben Yedder lo remachara a la red.

Sin embargo, el Sevilla golpeó de nuevo, y muy pronto, con un centro de Franco Vázquez que Sarabia remató casi a placer ante el portero, ganándole la espalda a una defensa muy despistada.

Con una ventaja de 0-2, ese marcador traicionero que tantas veces desconcentra al equipo que la tiene a su favor, el Sevilla bajó el pie del acelerador, quizá pensando en su compromiso del próximo miércoles ante el Manchester United.

Chichizola mantuvo con vida a Las Palmas en el ecuador del segundo tiempo con una parada ante Nzonzi en un contraataque visitante en superioridad numérica, y el equipo amarillo se volcó en el tramo final, con más necesidad que convencimiento, hasta que Layún derribó a Halilovic en el área, y el penalti lo convirtió Calleri por el centro de la portería, un gol que, contra pronóstico, metió a la Unión Deportiva en la pelea por los puntos.

Sergio Rico estuvo valiente y decidido en los balones aéreos, y la polémica llegó en la última jugada del partido, con la referida acción que acabó con gol de Gálvez por un presunto fuera de juego del autor del gol, o falta previa de Calleri en el envío de cabeza. Solo el trío arbitral sabrá por qué no dejó continuar la jugada.