POR ABIGAIL PARRA
FOTO: JESÚS TÉLLEZ

DESDE muy temprano más de mil 500 elementos de las distintas divisiones de la Secretaría de Seguridad Pública comenzaron a preparar el operativo para resguardar las inmediaciones del Estadio Azul y controlar el acceso de los espectadores a una edición más del Clásico Joven. Cruz Azul recibió al líder del torneo, América.

Policía Auxiliar, de Tránsito, Preventiva y demás, tuvieron en sus manos el manejo del acceso de los dos grupos de porras; sin embargo, pese a la preparación y al gran número de elementos, el operativo de salió de control.

Automóviles y motocicletas armaron por varios momentos un caso sobre Eje 6 Sur, al detener y armar más el tráfico en el cruce con Insurgentes. Además, la llegada de los aficionados azulcremas fue toda una “aventura” para los integrantes de las policía que no encontraron acuerdo alguno para permitir la entrada en orden de los americanistas. Varios se bajaron antes del lugar indicado, algunos aprovecharon la dispersión de los elementos de seguridad que lograron esquivar la revisión.

A pesar de contar con vallas metálicas que tenían la función de evitar la mezcla de afición, éstas fueron inútiles, pues en varias ocasiones el fluir de las personas ayudaba a que aficionados lograran atravesarlas.

La plantación sobre la llegada de las porras fue algo inaudito, pues cementeros y azulcremas fueron recibidos en puntos muy cercanos, ideales para una confrontación.

El operativo de la SSP fue un caos, tráfico y desorden entre policías y aficionados no pudieron ser evitados.