1.- LOS PRIMEROS
Hace casi 100 años era camisola roja.
Con esa indumentaria de botones nuestra Selección jugó en Uruguay 1930 con una tradición cromática que luego derivo en guinda para Brasil 1950 y Suiza 54, pero en Suecia 58 comenzó una larga historia con la emblemática verde.
Y solo cambiando la forma del cuello o la aparición de una playera alternativa en blanco con vivos tricolores nos acostumbramos a ver cómo se podían mezclar los colores de la bandera.
Hasta 1970 ninguna marca patrocinadora aparecía en el uniforme y por eso en 1978 la primera novedad fue que “Levi´s” (la de los jeans) nos vistió para el Mundial de Argentina.

2.- EL EMBLEMÁTICO
Para el de México 86 se presentó Adidas con la verde como principal.
Y en las siguientes copas vimos pasar logotipos de Aba Sport, Garcis, Atlética y Nike hasta que de nuevo “la marca de las tres franjas” se convirtió en la oficial por muchos años.
Y entonces para ir acorde con los tiempos modernos y para una comercialización más frecuente, hemos visto pasar playeras con grecas, dibujos autóctonos, colores diferentes como el negro, rojo tirando a naranja, rosa e incluso rayas.
Pero indudablemente el que más gusta a la afición ha sido, es y será, el de color verde.

3.- LOS NUEVOS
Personalmente me doy un tiempo para opinar.
De golpe, los que acaban de ser presentados no me gustan, pues esas figuras como gotas gigantes entre negros, guindas y verdes me recuerdan estampados de exóticos manteles, vestidos de señoras fifi, cortinas o trapos folklóricos, pero no una playera de futbol. De elegancia ni hablamos.
No sé si como me pasó con el negro, me acostumbraré y me terminará gustando, pero si yo eligiera, me quedaba con los tradicionales, sencillos y sobrios. Debo estar viejo.

Conclusión: EN GUSTOS SE ROMPEN PLAYERAS.