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Ajo y agua. Hugo Sánchez
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Hugo Sánchez

21, marzo 2023 - 6:00

Otro proceso, con los mismos errores

Empieza la aventura de la Selección Mexicana en esta nueva etapa, para no variar con técnico extranjero y repitiendo las mismas circunstancias y las mismas situaciones que han pasado en los ciclos anteriores, que los técnicos son de diferente nacionalidad, menos mexicanos, algo con lo que obviamente no estaré de acuerdo nunca. Por tal motivo, tampoco estaré de acuerdo en todo lo que se programe, se haga y que no sea beneficioso para la Selección Mexicana, para nuestra Liga y nuestro futbol, que es el deporte más practicado en nuestro país.

Siempre he deseado que la Liga y el futbol mexicano estén entre los mejores del mundo, decir entre los mejores es estar entre los primeros 15, para no exagerar, porque si en su momento nos ubicamos en tercer lugar, después de Brasil y Argentina, ahora estamos muy lejos de las posiciones de honor en el continente americano y no se diga del futbol mundial.

No tenemos que conformarnos con sólo asistir a las Copas del Mundo, porque eso es un triunfo, pero tomando en cuenta en la zona en la que nos encontramos, es normal que México clasifique, no por nada somos la Selección que más participaciones mundialistas tenemos del área de Concacaf, con 17, muy por encima de países como Estados Unidos, Costa Rica y Honduras.

Desde niño, me propuse ser el mejor jugador de la historia de México y también ser uno de los mejores delanteros del mundo. De haber sido conformista, me hubiera quedado con ser el mejor jugador de la Concacaf, que, por cierto, agradezco el reconocimiento que FIFA me hizo en su momento, por ser el mejor futbolista del área del Siglo XX, pero no me conformé con eso, sino que mi ambición era ganar muchos títulos y también me hubiera gustado ser campeón del mundo con México, pero lamentablemente aún no estábamos preparados.

Se nos escapó una oportunidad importante en 1986. El equipo tenía el apoyo del público, pero nos sacaron del Azteca para ir a jugar a Monterrey. Los dirigentes no tuvieron confianza y no presionaron para que la sede de México siempre fuese el estadio Azteca. Eso mismo nos pasó en el 70, pero en el 86 podríamos haber conseguido un puesto que hubiera sido histórico, si le hubiésemos ganado a Alemania en la serie de penaltis. Sólo me queda recordar el calor y el desgaste físico que tuvimos en ese partido y que lamentablemente se nos fue el sueño.

Como entrenador de la Selección, cuando me presentaron en 2007, igual soñé en grande, con el deseo de prepararnos y capacitarnos para ganar un campeonato mundial. Planifiqué que en tres etapas mundialistas lo podríamos lograr, y ese fue mi compromiso. Lamentablemente, los dirigentes no me permitieron terminar la obra. Ahora es diferente, la planeación no la estoy haciendo yo, la están haciendo directivos que toman las decisiones como si tuvieran mucho conocimiento, mucha experiencia, mucha capacidad, mucha madurez, pero ellos no han vivido del y para el futbol, y así es muy difícil, más bien imposible que se puedan conseguir cosas grandes, estoy hablando en el aspecto deportivo, concretamente en el futbol, que es mi especialidad, porque yo sí jugué, sí dirigí, y he estado también como asesor y directivo en la Comisión de Futbol de FIFA, preparándome y capacitándome para hacer cosas grandes dentro del futbol.

Lamentablemente, en la actualidad hay muchos directivos que tienen dinero y fama, pero no poder, así que buscan el poder, hay otros que tienen poder y fama, pero no dinero, así que obviamente buscan dinero. Los que tienen dinero y poder, pero no fama, buscan la fama. Los buenos dirigentes y los que se necesitan en México para tomar las mejores decisiones, somos los que no necesitamos ni fama, ni poder ni dinero. Cuando vives del y para el futbol y le dedicas el cien por ciento a la actividad en la cual te desarrollas las cosas funcionan. No tomarlo como hobbie, porque si lo tomas así hay que dejarle las riendas a otro.

Actualmente esto es lo que acontece con nuestra gente que toma las decisiones, que no son todos, sino algunos, que no saben qué dirección debe tomar el futbol mexicano y nuestra Selección. Si no cambiamos las estructuras, contando con la gente que sí estamos capacitados, va a ser difícil ubicarnos entre las grandes potencias. Me encantaría que, por el bien del futbol mexicano, tengamos buenos resultados, pero cuando no se empieza bien, obviamente no se terminará bien, y me refiero a la aventura de nuestra selección, ya que, desde la misma presentación del seleccionador, no se hizo con la categoría que debe de ser, tomando en cuenta el puesto que significa ser el director técnico de la Selección Mexicana, cuando fue mi presentación, obviamente fue por todo lo alto, pero ahora todo se derrumbó.

¡Qué te lo digo yo!