1.- EL CAZAFANTASMAS

André Jardine lo logró.
Y de esta forma el brasileño vino a romper el maleficio que le dejaron Solari y Ortiz quienes en el propio Estadio Azteca fueron eliminados por Toluca, Pachuca, Pumas y Chivas.
La tarea no era fácil y hay que reconocérselo pues la presión de ser campeón o fracasar no cualquiera la maneja de forma tan ecuánime como lo hizo el amazónico. De nada hubiese valido su contundente liderato general, ser mejor ofensiva y defensiva o el buen funcionamiento que todos le reconocían si no metía el trofeo a las vitrinas. Así es en el América. Su nombre ya está en la historia, y eso que hace 6 meses ni idea tenía de lo que iba a vivir.

2.- OTROS “CULPABLES”

Normalmente se habla poco de los directivos o se hace para responsabilizarlos de fracasos.
Si no, que se lo pregunten a Santiago Baños que en las últimas campañas fue “el villano favorito” debido a su permanencia en un puesto clave para la elección de técnicos y refuerzos. Hoy la paciencia y confianza que recibió de sus jefes Azcárraga y Balcarcel dió frutos.
Y no menos relevante habrá sido la llegada del experimentado Héctor González Iñarritu que se sumó en las últimas campañas y también hubiera sido señalado entre los “culpables” si no se obtenía la 14. Todos ellos se sacaron el domingo una enorme presión.

3.- MAÑANA POR OTRA

Jugar un amistoso ante el Barcelona es importante para su historia.
Y además, poder hacerlo motivados por el título fresco, y en tierra casi local, les da posibilidades de una victoria ante un rival de prosapia que impactaría en el curriculum del club.
Nada mal nos vendría como futbol mexicano que esto suceda luego de los descalabros de la selección mayor, la vergonzosa Leagues Cup y lo de León en el Mundial de Clubes.
Los americanistas tienen otra oportunidad para seguir celebrando

Conclusión: ODIADOS, PERO CAMPEONES.