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Ida y vuelta. José Ángel Rueda
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José Ángel Rueda

12, agosto 2021 - 7:55

Ida y vuelta

Ya ni modo

Por José Ángel Rueda

Platicaba con mi novia sobre la salida de Lionel Messi y todas las imágenes que lo retratan en su nueva vida, y cada frase terminaba en un ya ni modo, como si en la resignación habitaran todas esas cosas que no se pueden decir. No sé qué decirte, me decía ella, mientras trataba de descifrar mis ánimos, y en realidad yo tampoco sabía qué decirle, entonces entendí que para los aficionados del Barcelona, el Messi de estos días es eso, el vacío de palabras.

En su libro Balón Dividido, Juan Villoro destaca el papel del cronista Víctor Hugo Morales el día que Maradona inventó ante los ingleses la jugada de todos los tiempo. “El 22 de junio de 1986 Diego Armando Maradona dejó sin palabras al planeta, pero no a Víctor Hugo Morales”, escribe Villoro para destacar la destreza del uruguayo, que en el vértigo de la jugada aún tuvo tiempo de bautizar a Maradona como el Barrilete cósmico.

Lo que Villoro quiere decir es que no siempre es fácil encontrar las palabras que describan un momento determinante. La lucidez de Víctor Hugo Morales para describir lo sublime en tiempo real contrasta con mi torpeza, que ni aunque pasen los días logro poner en orden lo que representó Messi los últimos 15 años de mi vida.

Si acaso hay un pensamiento que me llega de manera recurrente y que supongo contiene gran parte de esas sensaciones. Trataré de explicarlo. Yo nunca fui de superhéroes, nunca jugué a ser Superman, sin embargo, muchas veces, en la escuela, en la calle quise ser Messi, quise ser el argentino y celebrar con los brazos apuntando al cielo. Quiero decir que Messi era lo más parecido a un superhéroe.

Pienso también que los aficionados al futbol casi siempre somos personas comunes que enfrentamos las complicaciones de los días, pero el futbol, de alguna forma, nos permite ser otros, es decir, pelear batallas ajenas y a veces ganar. Lionel Messi nos hizo sentir que éramos privilegiados, nos hizo creer que más allá del resultado, la victoria siempre iba a estar más cerca por el simple hecho de tenerlo, era lo más parecido a tener súper poderes. El argentino nos alimentó los sueños, es decir, cumplió con todo lo que deber ser un futbolista. Hoy hemos vuelto a ser tipos normales. Ya ni modo.