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El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes
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El Pollo de Tlalpan

9, junio 2017 - 13:43

El Pollo de Tlalpan

NO cabe la menor duda de que hay semanas para recordar, semanas para olvidar y semanas de la patada.

Y esta que esta por pasar a mejor vida va a quedar en la historia por ser verdaderamente increíble; comencemos por lo bonito, pues algo hermoso nos dejó.

En un acto de bondad suprema Carlitos Vela nos perdonó y apareció en la conferencia de prensa luego de ¡cinco años de no hacerlo! No dijo nada importante, nada que le pueda interesar a alguien pero qué caray la bondad que mostró con su presencia vale todo.

Ahora entremos en el terreno de la ilusión y la magia, de lo inexplicable y es que los Pumas del pedregal sorprendieron al universo por hacerse de los servicios de Mauro Formica y Joffre Guerrón, dos árboles (perdón a la madre naturaleza por la comparación) que en su paso por el país de la patada han demostrado que su mejor cualidad radica en tener un representante bien vivillo, porque si fuera por lo que hacen en el terreno de la ilusión, hace mucho que se hubieran ido de él; a este par tan sin igual, los van a tener que colocar de titulares por su costo, dejando en entredicho a la otrora prolífica cantera universitaria.

Otra transacción que dejó boquiabiertos y ojicuadrados a todos, fue la del rollizo mediocampista Edwin Cardona, pues los Tuzos hicieron el bisne para llevarlo a la bella airosa, en una operación que conociendo a Edwin es tan útil como comprar a un puerco espín y caro (otra vez una disculpa a la madre naturaleza). Horas después del anuncio el inestable jugador dijo que niguas, que ni él ni su familia tenían los planes de irse a vivir al estado de Hidalgo. Cuenta los rumores en rumorolandia que el inocente se quiere ir a jugar a Europa y que como vio que se llevaron al “Guillit” y a Lalo Herrera, pues el también supone que tiene cabida en el fut del anciano continente.

Mientras que en el mundo de las extravagancias los rayados del norte se apuntaron con letras de oro y diamante al contratar a Juan Pablo Carrizo trayéndolo del Inter de la preciosa Milán a la sultana; antes estuvo en Catania, Zaragoza y la Lazio, siete años dando el rol por Europa y tan solo compareció en 44 ocasiones en la cancha, incomprensible que en Monterrey, teniendo a Hugo González y al Dida Domínguez custodiando el arco, se hagan del guardameta argentino de 33 añitos.

Juan Osorio (productor de los tuyos los míos y los otros) tampoco quiso quedar al margen de la “loca academia de la patada” y presentó una lista para la Copa de orégano compuesta por 40 canijos, conociendo las manías de Juanito y su irrestricto amor por las rotaciones, se explica el número, pero de ahí a que en esa lista (ni tan lista) aparezcan tres chavos (Alejandro Mayorga, Carlos Vargas, Walter Sandoval) ilustremente desconocidos y que uno de ellos no ha debutado en la Primera División, asusta.

Pero la nota la tenía que dar la propia organización balompédica nacional, al levantar el castigo al estadio de los rayados del norte; ¿el motivo? Aseguraron que las madrinas que se llevaron a cabo en el inmueble antes durante y después del clásico de la capital neoleonesa, y que le habían propiciado el veto, no duraron más de dos minutos cada una y que en el box profesional es de tres por round, por lo tanto no estaban transgrediendo ninguna ley; agregaron que en nada influyó el nombre del inmueble para tomar tal determinación.

Que todo se hizo bajo estricto apego al derecho. ¿Dónde he oído eso?

Dice mi abuelo que es un sabio y que guarda su lana en un colchón porque le tiene miedo a los bancos: “el que paga manda”.

Cierro con una obra titulada “calladitos”

Dice un cartel que se lee,

en la calle de Cancún:

“aunque nadie se lo cree

su lana moja y anega

el tigre sueña con fe

y trae la bomba Banega”.

Y si no, quéjense a la FIFA.

Twitter: @pollodetlalpan