Siempre hay un efecto post Mundial. Algo nos dejó Rusia como para generar un cambio en el futbol. Por ejemplo, Rusia ocupará toda su gran infraestructura para tener una mejor Liga y creo que también sus clubes buscarán mejores jugadores, porque ya demostraron que existe potencial económico y además sería una tontería desaprovechar la efervescencia que dejó el Mundial.

La competencia entre Europa y Sudamérica está más tensa que nunca. Me gustaría decir que entre Europa y América, pero eso de vender humo, sinceramente, se ve mal. Sobre todo después de que la Concacaf quedó muy mal parada. Seamos sensatos y ni la actuación de México salva a nuestra área. Panamá y Costa Rica sólo fueron a pasar lista de presentes, porque si realmente analizaron su actuación, no pueden decir que la Concacaf elevó su nivel futbolístico. Y aunque México le ganó a Alemania, su derrota contra Suecia echó todo a perder. Ese fue en realidad su adiós del Mundial. Otra cosa hubiera sido si no pierde contra un equipo que no traía nada importante. Los que tuvimos la oportunidad de ver nuevamente ese juego, confirmamos que pesaron más los errores del Tricolor que el futbol generado por los suecos.

Ojalá que los directivos de la Concacaf empiecen a darse cuenta que si esta Confederación no se renueva en ideas y trata de apoyar a los equipos que tienen la posibilidad de trascender en una Copa de Mundo, creo que en Qatar 2022 vamos a tocar fondo. Y si el Mundial 2026 va a ser en casa, con mayor razón se debe apoyar un proyecto a largo plazo. Si para Qatar, los equipos que representen a esta área ni superan todos la fase de grupos, tendremos que reconocer que sólo vamos de relleno y no a competir de verdad. Y miren que faltan más de cuatro años, para que no digan que después nadie lo advirtió.

Por eso digo que Sudamérica es la destinada a darle pelea a las potencias europeas. ¿O será que en Qatar otra vez el campeón saldrá de Europa?

Argentina deberá dejar de creer que Messi los va a sacar del hoyo; Neymar deberá ponerse a jugar en serio y olvidarse de sus teatros; Colombia deberá creer más en sus técnicos, que mejor van a dirigir a otras selecciones; Chile tendrá que volver con renovadas ilusiones; Uruguay se llevó una gran lección, al saber que no basta una gran primera fase si contra los grandes de Europa no hay posibilidad de hacer más. Su consuelo ahora será que los eliminó el campeón. Quiero imaginar que Perú, Ecuador y Paraguay ya empezaron a trazar de inmediato sus próximas metas. América debe ponerse a trabajar en serio.