LA CARRERA DEL FUTBOLISTA es paralela a la bolsa de valores donde su precio mercado es volátil según transcurren los partidos y sus acciones. Hoy Santi Giménez atraviesa por ese laberinto que, tras su no salida en el mercado invernal a la Premier, su permanencia en Feyenoord para jugar Champions y seguir posicionándose, ha sufrido un fuerte alto en el camino con la lesión que sufre,que lo aleja de las canchas por tres meses,obligándolo a tener una gran segunda vuelta en la Eredivisie, ya que el paso de su club en Champions para cuando vuelva parece complicado.

SANTI ES UN JOVEN CON MENTALIDAD DE HIERRO. Un hombre que sabe perfectamente donde está parado, además de que es centrado, humilde y trabajador. De repente, este tipo de golpes terminan por dar la madurez y a su corta edad aún tiene largo camino por delante. Lo que sí pienso es que la selección nacional drena la cabeza sobre todo a los goleadores porque es evidente que el estilo de juego y las carencias que tenemos en la generación de juego no da muchas oportunidades de anotar y por ende siempre son los señalados. Está ausencia en lo particular mucho le servirá al ariete mexicano.

HABLAMOS DE BAJA ENTRADA EN VARONIL Y MEJORES EN LA FEMENIL. De la primera es reflejo del accionar de la selección. Históricamente las entradas a los estadios son reflejo de la molestia de la afición por lo que pasa en el Tri y en esa dinámica ha entrado la Liga MX Varonil. La Femenil ha crecido en entradas porque es un producto atractivo donde hay acción, entrega y pocas quejas en las decisiones arbitrales lo cual da fluidez al juego. La Liga MX en este torneo no ha tenido regularidad de grandes partidos que esperemos detone en la liguilla porque indiscutiblemente que es un futbol que llega, pero que obviamente ante la falta de continuidad aunado a la mayor y sus pobres resultados han llevado a una espiral de la cual costará trabajo salir a flote. Eso es una realidad.

PREGUNTA: ¿Cuándo volverá el enamoramiento de la afición?
HASTA EL PRÓXIMO SILBATAZO fschwartz@oem.com.mx
PD: Fuerza, Santi.