Érase que se era, en los tiempos del Capello Mario Carrillo, cierta vez lo vimos impartir clase de táctica balompédica a los aprendices de entrenadores en el vetusto Centro de Capacitación, que se localiza enfrente del Estadio Azteca. Con destreza explicó ese día su cátedra el otrora estratega de clubes como América, Cruz Azul, Tigres y Pumas, además de ser auxiliar de Manuel Lapuente, en Francia 1998, y de Javier Aguirre, en Sudáfrica 2010.

En el viejo auditorio, Carrillo recurrió al apoyo audiovisual para explicar los movimientos tácticos que empleaba Pep Guardiola en la época dorada del Barcelona. Una y otra vez el teacher congeló la imagen con tal de hacer notar los desplazamientos de los jugadores catalanes, quienes a detalle realizaron diversos recorridos en el área con el propósito de abrir huecos y facilitar las acciones colectivas de los pupilos del Guardiolismo, entre quienes se encontraba el astro argentino Lionel Messi, secundado por figuras de aquellos años, como el Genio de Fuentealbilla, Andrés Iniesta, además de Xavi Hernández, Carles Puyol, Gerard Piqué, el mexicano Rafa Márquez, Dani Alves, Sergio Busquets, Thierry Henry y Samuel Eto’o.

La memoria obedece a que aparte de todos los deméritos que les hemos encontrado a nuestros depreciados roedores verdes, dada la ausencia de recursos y de condiciones técnicas que los privaron de superar la fase de grupos de la Copa América, tampoco hallamos argumentos tácticos con los que el estratega Tricolor, Jaime Lozano, haya contribuido en favor de un mejor accionar del representativo nacional. Es verdad que en las convocatorias de selecciones no existe el tiempo suficiente para trabajar, pero en tres partidos oficiales más dos amistosos, México apenas aportó tres goles (uno en el torneo continental), así como un triunfo, un empate y tres descalabros (uno de ellos en la competencia oficial).

De tal suerte que ante el deseo de los dirigentes de la Femexfut por mantener al Jimmy en el timón, habrá que valorar, como parte del análisis, el aporte táctico que el joven timonel le ha brindado a los futbolistas, porque a dos años de la próxima Copa del Mundo no es cosa menor el hecho de que el técnico de la Selección no haya podido darle una identidad ofensiva a su escuadra ni tampoco facilidades para abrir