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Hablillas. José Ángel Parra
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José Ángel Parra

23, septiembre 2024 - 6:00

Para recordar

Algo curioso ocurrió el sábado pasado en el inmueble de la Ciudad de los Deportes. Justo el día que Cruz Azul eligió para conmemorar al inmortal Miguel Marín, portero emblemático de la verdadera y única Máquina de los años 70, el joven portero colombiano Kevin Mier -quien porta un suéter que pretende exaltar al gran guardameta argentino- tuvo una destacada actuación bajo los tres postes celestes, lo que no sólo permitió que el equipo retenga la cima del Torneo Apertura 2024, sino que también ayudó a rememorar al meta en algunos de sus lances acrobáticos, tanto por cielo, mar y tierra.

Aunque siempre será molesto para algunos intentar comparar a alguien con un referente histórico de la talla del Superman Marín -inolvidable cancerbero que obtuvo cinco de los nueve títulos que carga la institución-, vale la pena reconocer el gran momento que vive el joven Mier, cuya personalidad le ha dado un sello al marco cementero.

Frente a las Chivas, sencillamente atajó toda la metralla tapatía, y también le dio salida y tranquilidad plena al once cruzazulino, que salvo el despiste que tuvo frente al Atlético de San Luis, en territorio potosino, ha solventado una temporada de ensueño, cuando menos al término de la mitad del certamen de Apertura 2024, al extremo de ocupar la cima en solitario con 22 unidades, pasadas nueve jornadas. De hecho, Mier es uno de los mejores guardavallas en lo que va de la competencia con apenas seis dianas admitidas, indicativo no sólo del buen trabajo en retaguardia del plantel celeste, sino también de la solidez brindada por Kevin.

Amén de lo antes expuesto, desde luego siempre será alocado pensar en que pueda igualar al Gran Gato Marín, leyenda de una institución que se fortaleció precisamente con jugadores de dicha estirpe. El Superman literalmente volaba cuando el balón buscaba meterse por algún resquicio de los tres postes, y tenía el tino de despejar con trazos medidos que concretaban contragolpes letales. Era tan profesional y arrojado que sus guantes escondían unos dedos rotos y chuecos. Por lo mismo resulta difícil pensar en que este nuevo Cruz Azul pueda parecerse al de los 70’s, que prácticamente lo ganó todo, pero al menos el pasado fin de semana nos hizo recordar aquellos años idos. Y eso ya es algo.