Estados Unidos conquistó los corazones mexicanos y se llevó el triunfo. La representante de la bandera de las barras y las estrellas, Tessa Blanchard, venció a la chilena Stephanie Vaquer, para quedarse con el Grand Prix CMLL 2023.

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El himno nacional tricolor sonaba con todo su esplendor y belleza, inundando de sentimiento nacionalista a cada uno de los aficionados que se encontraban en sus butacas en la Arena Mexico, quienes cantaban con orgullo y a una sola voz. Terminado el himno, las ocho mexicanas alentaban al público para que el mismo gritará “México, México” poniendo la piel chinita de todo aquel que vivía el momento.

Del otro lado del ring estaban las ocho rivales de diversas partes del mundo siendo tres japonesas, dos chilenas, dos norteamericanas y una de Puerto Rico, las cuales se veían nerviosas, pero deseosas de ya empezar a luchar, de callar la Arena México y de llevarse la victoria.

Por fin el Grand Prix comenzó y con las extranjeras dominando el ring, en especial con la actuación de la Diva, la Catalina, quien con su presencia sacaba los aplausos de todos pese a ser extranjera.

Zeuxis dejaba con una menos a las extranjeras, pues se iba eliminada, y así poco a poco una a una fueron cayendo.

La afición comenzaba a dividirse, lo que eran gritos de euforia hacia las mexicanas se convertía en apoyo a las japonesas, quienes en equipo eliminaban a Silueta.

EL GRAND PRIX 2023 DEL CMLL DESPERTÓ TODAS LAS EMOCIONES POSIBLES

Al final quedaron dos extranjerías con vida y solo una mexicana que era la Jarochita. La afición volvía a corear México una y otra vez, gritando a una sola voz, como si el grito le diera fuerza o poder a la mexicana, el grito eufórico desaparecía cuando la chilena Vaquer vencía a la mexicana y así el Grand Prix quedaba en manos de una extranjera.

El ring solo quedaba la chilena y la norteamericana Tessa Blanchard. Las dos Amazonas agotadas, cansadas y adoloridas de cada uno de los golpes que habían recibido. Pero Vaquer se veía más entera, con más ímpetu y energía lo que le bastaba para poder amagar la lucha y dominarla por instantes. Hasta que Tessa con gallardía e inteligencia volvía a poner la lucha pareja, la noche parecía infinita, un sin fin de llaves y contra llaves, de lances que solo prolongaban l agonía de ambas. Hasta que por fin, la norteamericana logró conquistar México y el llevarse el Grand Prix.

Por David Barrera Salinas

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