En medio de la presión que han ejercido los mejores corredores de la NFL durante los últimos días, Saquon Barkley y los Giants llegaron a un acuerdo positivo para ambas partes, al menos en el corto plazo.

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El RB estrella renovó por una temporada más con New York, franquicia que lo seleccionó en el Draft 2018 y que está en pleno ascenso. Saquon percibirá un total de 12.1 millones de dólares durante el 2023. 10.1 de los cuales son producto del contrato y dos más como bono por firmar dicha renovación. La cifra puede llegar hasta los 13 millones, ya que 900 mil dólares más están disponibles en incentivos.

De esta forma se termina una de las novelas del verano en la liga estadounidense de futbol americano. Barkley fue parte de una serie de 12 corredores que se reunieron el pasado sábado en una video llamada para unirse en contra del “trato injusto” que están sufriendo por parte de las 32 franquicias, que han hecho de la posición de corredor una de las más castigadas en las mesas de negociación.

Actualmente la etiqueta de jugador franquicia para un jugador de dicha posición es de 10.91 millones de dólares. Solamente supera a los pateadores que tienen su etiqueta en 5.3 mdd.

Los casos de Saquon Barkley y Josh Jacobs (Raiders) fueron los más relevantes. Ambos amenazando con no presentarse al campo de entrenamiento si no reciben un nuevo contrato.

Tanto Barkley como Jacobs vienen de una gran temporada donde fueron la pieza angular de sus respectivas ofensivas, pero el poco tiempo de durabilidad que tienen los jugadores de esa posición ha provocado que los equipos no confíen en otorgarles un contrato a largo plazo.

Saquon viene de una campaña donde disputó 16 partidos como líder de la ofensiva de los Giants donde en 295 acarreos, corrió para 1,312 yardas y 10 touchdowns.

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Desde su llegada a la NFL, Barkley se convirtió en la gran figura de la franquicia. En 2020 sufrió una fractura de tobillo izquierdo que puso en peligro su carrera, pero al final se recuperó y volvió a su mejor nivel.

New York está en pleno resurgir desde la llegada de Brian Daboll como entrenador en jefe. En un año, logró regresarlos a playoffs luego de haber firmado una fase regular con nueve triunfos, siete derrotas y un empate. Quedaron eliminados en la ronda de wildcards a manos de los Minnesota Vikings.