23, marzo 2023 - 12:42
Paramaribo es la capital de Surinam, donde juega México. FOTO: Javier Juárez | ESTO
Paramaribo. Húmeda, calurosa, árboles en muchos lados, Paramaribo recibe a sus visitantes de manera cálida. No solo el clima, también su gente. En las calles hay una gran mezcla cultural, el surinamés convive con gente de República Dominicana, Cuba, muchos brasileños y holandeses, precisamente el neerlandés dejó sus construcciones. Surinam fue hasta 1975 colonia holandesa. En las calles se ven casas iguales o parecidas a las que existen en Países Bajos. Los lugares más altos “son oficinas de gobierno o son sitios de trabajo”, nos comentó Fabián, surinamense traductor.
Fabián dijo que “hay muchos holandeses o vienen porque tienen sus negocios en Surinam, todas sus construcciones nos las heredaron”.
Eso es lo que sucede, caminas, volteas y las casas o construcciones son neerlandesas, incluso los nombres de las calles. Recorrimos la avenida Atoedendoestraat y Abraham Crijnssenweg.
El intenso calor hace que la gente vista fresca, short, playeras cortas, sandalias, en las calles hay puestos de raspados para refrescarse.
Nosotros vinimos con una idea incluso de peligro, pero “nada de eso, tu puedes salir a caminar y no te van a quitar tu cartera, obviamente hay zonas peligrosas como en todo el mundo”, comentó el traductor.
Surinam tiene aproximadamente 600 mil habitantes, es un país cómodo para vivir “tenemos de todo, vegetales, oro, mucha riqueza natural”, dijo Fabián.
En el recorrido que hicimos a pie también vimos los autobuses, son grandes y algunos muy coloridos. Surinam no tiene servicio de Uber o alguna aplicación de transporte, la gente se traslada en los colectivos, carros particulares o taxis, pero también es complicado conseguirlos. El volante está en el lado derecho, eso llama la atención.
Los grandes centros comerciales son inexistentes en Paramaribo, incluso las tiendas departamentales, los negocios son pequeños, tiendas, algunos restaurantes y locales de joyería.
Luego de caminar cerca de 6 kilómetros regresamos al hotel, pasamos por el Río Surinam, vimos algunas embarcaciones abandonadas y el Fort Zeelandia, una pequeña fortaleza del siglo XVII. Paramaribo atrapa, caluroso, pero tranquilo para vivir.
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