Luego de realizarle las pruebas pertinentes, la resonancia magnética confirmó que Patrick Mahomes, mariscal de campo de los Chiefs, sufre un esguince en el tobillo derecho, por lo que se descarta una lesión de gravedad. Según diversas fuentes, la dolencia no pondrá en duda su participación en el campeonato de conferencia de la AFC, el próximo domingo. “Estaré listo”, dijo.

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El quarterback de Kansas City se perdió una parte del partido ante los Jaguars luego de que el defensivo Arden Key le cayera en la pierna derecha, provocando un movimiento extraño de tobillo y rodilla.

De inmediato, el que es considerado el mejor quarterback de la actualidad mostró signos de dolor, incluso no podía apoyar su pierna. Mahomes intentó seguir, sin embargo, tras varios minutos, el cuerpo médico de los Jefes lo llevó al vestuario para valorarlo y realizarle un vendaje especial. La molestia del mariscal fue evidente y en reiteradas ocasiones le dijo al coach Andy Reid que no quería abandonar el partido.

Mahomes pudo regresar durante la segunda mitad y aunque se le vio claramente limitado, hizo lo suficiente para ganar el partido. Pese al miedo que existía en el entorno, las pruebas confirmaron que el quarterback no sufre una lesión de gravedad. A pesar de que esa clase de esguinces suelen dejar fuera a los jugadores durante algunas semanas, se entiende que el líder de la ofensiva no está dispuesto a perderse el juego de campeonato de la AFC y un eventual Súper Bowl, partido para el que, a falta de tres semanas, llegaría mucho más recuperado.

Mahomes terminó el partido con 195 yardas y dos pases de touchdown, el segundo de ellos ya bajo los efectos de la lesión. La gran temporada que tuvo lo coloca como el máximo candidato a ganar el MVP, aunque no hay otra cosa en la mente de mariscal de campo que ganar su segundo anillo de Súper Bowl.

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