La emoción vivida durante el partido inaugural de la temporada pasada entre Cowboys y Buccaneers quedó lejos de repetirse. Este domingo, ambos equipos demostraron estar lejos de su mejor forma, aunque al final Tampa Bay y Tom Brady encontraron la manera de llevarse el triunfo en patio ajeno con un marcador de 19-3 sobre unos Vaqueros inoperantes al ataque y víctimas de numerosos errores.

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El partido comenzó con una extraña dinámica. Los nuevos Buccaneers de Todd Bowles dejaron clara su intención de correr el ovoide y Leonard Fournette aceptó el reto. El corredor se mostró efectivo durante gran parte de la noche para detectar los huecos y logró mover las cadenas. Tampa Bay se convirtió en un asiduo visitante a la zona roja, sin embargo, ahí encontró una defensa férrea que complicó las cosas. Eso obligó a los visitantes a conformarse con cuatro goles de campo de Ryan Succop que lograron darle la vuelta a los tres puntos iniciales que los Vaqueros consiguieron en su primera serie, cortesía de Brett Maher.

Con la desventaja en el marcador, surgió la peor versión de los Cowboys, con un Dak Prescott sumamente impreciso. La Estrella Solitaria registró un total de 10 castigos que le restaron 73 yardas, un pecado imperdonable para un equipo que busca comenzar el pie derecho ante su gente y que terminó abucheado. La cosa vino a peor cuando Tom Brady finalmente logró encontrar las diagonales ya entrado el tercer cuarto, con un pase de 5 yardas a Mike Evans, uno de sus mejores socios en esos menesteres.

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DAK PRESCOTT SALIÓ LESIONADO TRAS MAL PARTIDO

A pesar de que los Cowboys tuvieron oportunidad de acercarse en el marcador tras una intercepción en medio campo de Donovan Wilson, la ofensiva quedó lejos de carburar al acumular apenas 244 yardas totales, incluso sufrió la baja de Prescott, quien tuvo que ir al vestidor tras un golpe en la mano derecha y ya no regresó, dejando la ofensiva en las manos de Cooper Rush .

Sin mucho brillo, los Buccaneers se llevaron la victoria, eso sí, con un Leonard Fournette en plan estelar. El corredor terminó la noche con 127 yardas y dejó buenas sensaciones de cara a una nueva campaña.

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