En lo que va del año, Beatriz Haddad Maia saltó del 80 al número 24 en el ranking de la WTA. Acumula una marca ganadora de 38 triunfos por por 15 juegos perdidos, levantó los títulos en Saint Malo, Nottingham y Birmigan; además, echó a la número uno del mundo del WTA 1000 de Canadá, donde está instalada en los cuartos de final y buscará un lugar en las semifinales frente a Belinda Bencic.

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Al ganarle a Iga Swiatek, Haddad Maia se convirtió en la primera en su país que avanza a los cuartos de final en un torneo 1000, también en la única brasileña capaz de derrotar a la líder del ranking, es más, la única latina que lo hace desde 1992, año en el que Gabriela Sabatini venció a Mónica Seles 7-6 y 6-5 en Roma.

Su ascenso en el circuito este 2022 comenzó a llamar la atención desde que derrotó a María Sakkari en la segunda ronda de Miami, sin embargo, para entender el nivel de la brasileña hay que remontarse a 2019, cuando por primera vez captó las miradas, pero una suspensión por doping la alejó por un año del circuito.

“Todo esto ha sido como una película de terror, un viaje del cielo al infierno. Además, vino justo después de mi mayor victoria como profesional, en Wimbledon contra Garbiñe Muguruza”, cuenta Maia en una carta escrita el 22 de mayo de 2020, día en el que terminó su suspensión.

Y es que en 2019 ya había retumbado su presencia cuando llegó a la semifinal del 250 de Bogotá, aunque la gran gesta se dio tres meses después, en Wimbledon, donde en la primera ronda se encargó de echar a Garbiñe Muguruza con doble 6-4, pero ese fue justamente el último partido que disputó antes de recibir la noticia de que no podría jugar por un tiempo.

En la comodidad de un evidente ascenso en su carrera, Beatriz se encontraba en São Paulo en un almuerzo en familia cuando recibió la noticia. Miraba un partido de Roger Federer al tiempo que un correo de la ITF le notificó que había resultado positiva por una sustancia prohibida, lo que significó el parón obligatorio en su carrera.

“Tuve dificultades para entenderlo, hasta que leí dos palabras: suspensión provisional. Fue entonces cuando lo entendí, era una carta de la ITF relacionada con la WADA. Me pregunté si no podía ser un error, si no se habrían equivocado, aquello no era posible. Pensé mil cosas pero no sabía por dónde empezar. Estaba completamente perdida”, contó.

Lo que vino después, en sus propias palabras “fue el infierno”. Haddad Maia tuvo que enfrentarse al juicio público en redes sociales, donde el acoso y los señalamientos no pararon por un buen tiempo; también debió lidiar con patrocinadores consciente de que, aunque no fue con intención, había consumido una sustancia prohibida. Por si fuera poco, debió preparar su defensa junto a un abogado, lo cual resultó bien, pues al final la brasileña sólo tuvo que parar por 10 meses.

“Esperar al juicio fue lo más desesperante. Todas las gestiones iban por correo electrónico, todo era muy aparatoso y lento. Esa incertidumbre impedía que hiciera planes, había perdido todos mis patrocinadores, no tenía premios en metálico, estaba al límite. Por fin llegó el día en el que logré demostrar que no tuve intención de ingerir esas sustancias, siempre fui muy seria, intenté superarme cada día”, relató.

Tras los meses sin actividad Beatriz aseguró que a su vuelta no habría resultado adverso que la haría parar, hasta ahora ha cumplido. En septiembre del 2020 regresó a disputar algunos torneos ITF, pero fue en el 2021 cuando se incorporó al circuito y obtuvo su mejor resultado en Indian Wells, donde llegó hasta los octavos de final y cayó ante Anett Kontaveit.

Este 2022 se mantiene con marca positiva y es una de las favoritas para llegar a la final en Montreal. En la carrera por las WTA Finals es vigésima, pero la suma en Canadá podría meterla de lleno en la pelea.

HADDAD TAMBIÉN BRILLA EN LOS DOBLES

Eliminar a Iga Swiatek puso a Haddad Maia en la mira, pero en los dobles también tiene su historia, pues es la numero 25 del mundo y lleva dos títulos en lo que va de la temporada.

Junto a la kazaja Anna Danilina, Beatriz conquistó Sídney a principio de año y posteriormente se metió a la final del Australian Open, donde la dupla de Krejcikova y Siniakova se impuso en tres parciales.

Aunque ha experimentado con algunas otras tenistas, Danilina se mantiene como su pareja predilecta en el circuito, al momento son la novena mejor pareja de la temporada.

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