¡Una final más!

Esta Sub-17 lucha, es intensa, sabe jugar bien al futbol y ha solventado los momentos en los cuales fueron superados. Si analizamos el partido de ayer, nos daremos cuenta de que Holanda fue mejor en el trámite del partido, pero cuando el juego en conjunto no alcanza, las individualidades tienen que sacar al grupo a flote, y este equipo en el transcurso de este Mundial ha logrado los resultados necesarios bajo las dos formas y eso, sin duda, es algo que hay que resaltar.

Mención especial merece el técnico Marco “Chima” Ruiz, quien ha trabajado mucho tiempo en la formación de futbolistas, que no es cosa fácil; se necesita tener vocación, paciencia, buen ojo y principalmente facilidad para transmitir a los jóvenes la idea futbolística a desarrollar y por momentos, incluso, hacer la función de papá. Gran trabajo y gran recompensa después de tantos años de esfuerzo y dedicación.

Por último, siempre que los jóvenes mexicanos dan la cara por nuestro futbol, surge el mismo debate: ¿por qué no llegan un buen número de estos jugadores a consolidarse en nuestro futbol? Algo no estamos haciendo bien en nuestro balompié, y a continuación menciono algunas ideas:

• Muchos extranjeros en nuestro futbol, lo que disminuyen las oportunidades para los nacionales.
• Poca confianza en el futbolista mexicano joven cuando es momento de jugar en primera división.
• No respetar los procesos naturales del futbolista, es decir, saber llevarlos para que sean más completos y aprovechen la oportunidad en cuanto les llegue.
• Perder el piso, perder el enfoque de lo que se quiere lograr en el futuro.
• El “asesoramiento” de personas ajenas que no buscan más que el beneficio propio y no el del jugador.

Por lo pronto, es momento de decirles: ¡Felicidades, chavos! Disfruten este momento y gocen jugar una final que, por si fuera poco, es de una Copa del Mundo.

¡Mucho éxito!

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