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27, febrero 2025 - 9:27

┃ Sergio Romero

Marcelo Guerrero es un ídolo eterno del San Luis Foto_Atlético San Luis

Una de las mayores quejas que ha recibido la Liga MX en los últimos años fue la abolición del ascenso y descenso a partir de la pandemia. Dicha medida ha privado a nuestro balompié de escribir más historias como la del San Luis y Dorados, quizás la lucha más pareja que se recuerde y que se definió de manera inesperada en los últimos minutos de la Jornada 17.

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¿Cómo fue la carrera por el no descenso?

Corría el Clausura 2006 cuando ambos equipos peleaban por la permanencia. En una trinchera se encontraban los sinaloenses, que trajeron su dupla ibérica con miras a salvarse: Juan Manuel Lillo para entrenar y un veterano Pep Guardiola, multicampeón con el Barcelona que llegaba con toda la experiencia del mundo tras convertirse en un bombazo.

Además de eso contaban con una base muy sólida que incluía nombres como Cirilo Saucedo, Washington Sebastián Abreu, David Mendoza y muchos más, quienes contaban con la experiencia suficiente para salvar al equipo.

Por el otro lado estaba el San Luis, mucho más modesto, pero con la polémica ventaja de tener dos hermanos mayores de mucho renombre en la liga: América y Necaxa, contra quienes misteriosamente sacó puntos valiosos que molestaron a Lillo a tal grado de que renunció al futbol mexicano y tuvo que ser convencido de dar marcha atrás durante un vuelo.

Para la última jornada del torneo, ambos cuadros llegaron con el cociente tan parejo como volátil. Cualquier error o paso en falso costaría mucho, pero no había tiempo para recular, pues la victoria era de carácter obligatorio.

El día que San Luis consolidó su milagro “Colorado”

Así, el 29 de abril en punto de las 9 de la noche, Dorados recibió a los Pumas, y San Luis hizo lo propio con el Atlas.

Transcurrieron los minutos en ambos recintos y apenas al 6′ se sacudieron las piolas, obra del Tito Villa para los Rojinegros mediante un cabezazo.

Todo parecía listo para un carnaval en Sinaloa, pero como ya dijimos, el menor error podría costar bastante, y así fue Daniel Orteman se ganó una expulsión en el 63′ que dejó a la Furia Rojinegra con uno menos.

San Luis aprovechó esto, y empató mediante Alfredo González Tahuilán al 88′, mientras que Dorados y Pumas seguían sin hacerse daño.

Terminó entonces el partido con un 0-0, y el empate momentáneo de su rival parecía darle la supervivencia al Gran Pez, pero en los últimos segundos apareció un héroe que nadie esperaba.

Marcelo Guerrero Gorriarán tenía muy poco tiempo como profesional. Debutó en el Defensor Sporting de Uruguay en 2002, y tras esto se fue a jugar al Nacional y luego a Racing antes de llegar a México a los 23 años.

En San Luis tampoco gozó de regularidad, pero la urgencia obligó al técnico Raúl Arias a meterlo al 68′ sólo para que 24 minutos después el Colorado se volviera inmortal al prender una volea que salvó a su equipo. Golazo que cambió las risas por los llantos en el Pacífico, que no volvería a tener un equipo en primera división hasta casi 10 años después, aunque ninguno con un plantel tan representativo como el que tuvo entre sus filas a un campeón de la Champions League.

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