Lo prometió y lo cumplió. Para no dejar dudas, Emanuel Navarrete defendió con todo su cinto superpluma de la OMB y con un boxeo dominante, poderoso, venció por nocaut en el sexto round a Óscar Valdez en un pletórico Footprint Center de Phoenix, Arizona, que apreció una segunda guerra entre mexicanos, donde ninguno se guardó nada. Hizo válido su apodo, arreó, templó y dobló a su oponente.

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Poco importó que en la presentación Navarrete se llevó los abucheos, lo que contaba era lo que sucediera en el ring y ahí el mexiquense dio cátedra frente a un también entregado Valdez, pero donde el físico y el corazón no le alcanzaron.

Al tratarse de una segunda pelea entre ambos no había tiempo que perder, nada de estudio, como mexicanos que son de inmediato salieron a entregarse dentro del encordado, se brindaron, uno quería retener el título y el otro tenía sed de revancha, de venganza. El “Vaquero” de inmediato se hizo sentir, Valdez apreció chico el ring ante la presión del mexiquense, quien conectó los primeros golpes de poder y con un impacto cerca de la oreja mandó a su oponente a la lona. Enorme aviso.

Emanuel Navarrete llevó la pelea al punto deseado

El toma y daca no era la mejor opción para Valdez, pero era consciente que se trataba del todo y nada, por lo que siguió al ataque con un te doy y me das. El de Nogales pegó rectos y sin querer dio un cabezazo a Navarrete para tomar cierto aire, pero las combinaciones estaban de lado del oriundo de San Juan Zitlaltepec.

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El momento anímico y los mejores golpes salían de los puños de Emmanuel, mientras que Valdez no se encontraba cómodo y resbaló en el tercer asalto. En el cuarto, el “Vaquero” dio un paso al frente para la victoria una vez que ahora sí tiró a su rival con volados potentes, una ametralladora, para fortuna de Óscar sonó la campana, pero con uno de sus ojos tocados.

Con dos visitas a la lona, a partir del quinto episodio, el sonorense sabía que el nocaut tal vez era el único camino al triunfo, pese a tener las tarjetas en contra Valdez jugó con fuego y aunque Navarrete bajó el ritmo pegó un upper tan fuerte que le sacó el bucal a su rival.

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Con mejor condición, los misiles de Navarrete siguieron sobre Valdez. El corazón no le alcanzó al exolímpico y a los 2:42 minutos del sexto round visitó la lona por tercera vez por un izquierdazo que conectó justo en su estómago, suficiente para ya no levantarse. El “Vaquero” terminó con la mano levantada de manera autoritaria.