La Perla Tapatía volvió a dividirse. Su Clásico, el más antiguo del futbol mexicano, separó los corazones de los aficionados al futbol en Guadalajara. Los colores rojo, blanco y negro pintaron a una ciudad de palpa futbol desde que se llega y que suele tener escuadras protagonistas. Atlas y Chivas iban a a disputar una edición más del Clásico Tapatio.

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En los alrededores del estadio Jalisco, la comida y vendimia fueron mayoría. El sazón tapatío fue desde la característica birria, hasta las tortas ahogadas los hot dogs, mejor conocidos como dogos, hamburguesas y tacos, todo estaba listo para recibir a los aficionados al futbol.

La gente no le falló a sus equipos, no importaba que el encuentro era de trámite para los rojinegros, podrían arruinarles la fiesta a los rojiblancos, un triunfo del Atlas mandaría a las Chivas a la reclasificación y de paso les quitarían la Concachampions del próximo año. Es por eso que era esencial para el visitante lograr los tres puntos.

¿Cómo recibió la afición de Atlas a su equipo?

El recibimiento a las escuadras le dio un color distinto al Jalisco. La gente del Atlas no esperó y colocó un tifo, muy a lo europeo, para mostrarle a su escuadra que estaban con ellos, incluso en las malas. Tony Montana, protagonista de la famosa película Scar Face, o traducido en español Cara Cortada, era la imagen principal. Sentado y con la tranquilidad que lo caracterizó, tenía varios escudos a su lado. La gente comenzó a cantar desde temprano. Atlas está eliminado, sin embargo, eso no impidió a los suyos a cantar como siempre, las ofensas al Guadalajara fueron mayoría y cerraron con su característico “Arriba el Atlas”.

El arribo del autobús fue una fiesta total. Fuegos artificiales, cánticos, banderas y una hinchada llena de amor por su escuadra retumbaron a un costado del Coloso de la Calzada Independencia.
Los abucheos y mentadas fueron las formas en las que el Rebaño Sagrado fue recibido en su antigua casa. “lárguense de aquí” y “los vamos a matar”, era las menores amenazas para el equipo de Fernando Gago.

No hubo altercados en las afueras del estadio Jalisco

Después de eso, la seguridad se comportó a la altura. Aficionados de ambos equipos se mantuvieron al margen y sin problemas. Todos convivieron y hasta familias enteras con colores divididos se pudieron observar.
La Perla Tapatía se partió en dos de nueva cuenta, con dos aficiones que convivieron en pazo por una noche, aunque los equipos no hayan tenido la mejor de las campañas según la propia opinión del respetable.

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