El partido entre Pumas y Cruz Azul estuvo a punto de tener un giro inesperado gracias a una desafortunada jugada de Julio González.

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Cerca de los cinco minutos de acciones, la Máquina tuvo un tiro libre desde el costado izquierdo. Rotondi metió la pelota al área en búsqueda de un remate que diera la primera celebración a Cruz Azul.

La redonda llegó a los brazos de Julio González, quien abrazó el balón y todo parecía que se quedaría en un intento cementero.

El portero de Pumas hizo el oso de la noche. La pelota se le escapó de las manos y se metió entre sus piernas. Luego de pegar en su talón, el balón cruzó la línea de gol y el festejo llegó para el pueblo celeste.

¿Por qué no contó el autogol de Julio González?

González se llevó las manos a la cabeza y se quedó sentado en el césped algunos segundos. Licha Magallán y otros compañeros llegaron a levantarlo y darle ánimos.

De inmediato se escuchó un silbatazo que anuló la acción. El árbitro marcó fuera de juego de Ignacio Rivero, quien estaba adelantado y en el camino de la pelota. De hecho, se sancionó que interfiere al evitar que Memo Martínez pudiera hacer por la número 5.

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La posición adelantada salvó a Julio González de que el marcador se fuera en contra muy rápido en el partido.