Con el firme deseo de clasificar a sus segundos Juegos Olímpicos, tras su participación en Tokio 2020, la luchadora mexicana Jane Valencia está lista para ver acción en el Preolímpico de Luchas Asociadas, a celebrarse del 28 de febrero al 1 de marzo, en Acapulco. La atleta tapatía confía en quedar entre las dos finalistas de la categoría de los 57 kilogramos con lo cual aseguraría su lugar en París, y por ende, pelear por su máximo sueño: una medalla olímpica.

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“Cada individuo, cada atleta tiene sus propias metas y objetivos y el mío siempre ha sido tener una medalla olímpica por eso sigo de pie, firme, hasta conseguirla”, dijo, a través de la Federación Mexicana de Luchas. “Este es mi cuarto ciclo olímpico: empecé en Londres 2012, pasé el proceso de Río 2016, todo el proceso de Tokio, clasifiqué en Tokio y ahora estoy en el de París”, agregó.

JANE VALENCIA ES UNA ATLETA QUE JAMÁS SE DEJARÁ VENCER

A pesar de que el camino no siempre es sencillo la resiliencia siempre está presente. Eso la llevó a superar una lesión que la mantuvo fuera de acción durante dos meses y que le impidió asistir a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Afortunadamente para ella, las molestias quedaron atrás.

“Me siento bien, lista, tranquila, confiada, siento mucho el apoyo de mis compañeras y de los entrenadores. Yo sé que voy hacer un buen papel, voy a dar lo mejor de mí y con eso será suficiente para clasificar”, dijo.

“Yo me considero una atleta que tiene muchas herramientas, no me enfoco en lo que las demás traen o lo que puedan hacer, me enfoco en mis fortalezas, en lo que yo pueda hacer, confío mucho en lo que yo he trabajado, tengo mucha experiencia, tengo la confianza y voy de la mano de Dios”, agregó. Valencia se convirtió en Tokio 2020 en la primera luchadora mexicana en clasificar a unos Juegos Olímpicos. El quedar entre las 11 mejores del mundo la hizo valorar su logro, del cual buscó desde el ciclo rumbo a Londres 2012.

“Es muy inspirador hasta para mí misma, porque una nunca piensa que hace la diferencia. Pero yo hago mi vida normal mi día a día y hago el esfuerzo máximo por ser la mejor y estar cien por ciento en el deporte”, celebró.

EL DEPORTE Y LA MATERNIDAD

A sus 33 años, la luchadora disfruta tanto de su deporte como de la maternidad. El romper las barreras le deja la satisfacción de darle el buen ejemplo a su hija.

“Ha sido una inspiración para mí misma por decir que todos el esfuerzo, toda la disciplina, voluntad, gastos y lo que tengo que hacer ha valido la pena porque le estoy dando el ejemplo no nada más a chicas que no conozco o que toman como inspiración sino a mi hija que ya puede abrirse el camino donde ella quiera si tiene la pasión, la voluntad y disciplina para hacerlo”, cerró.

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