Los Xolos de Tijuana no pudieron ganar ante el San Luis en el Alfonso Lastras. Como el club no ha ganado en todo el torneo, el Piojo Herrera correría un fuerte peligro de ser despedido se su cargo como entrenador, pero al final su equipo se salvó por el penal fallado de los locales.

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Miguel Herrera sufría en el banquillo. Estaba nervioso, inquieto, sabía que si Unai Bilbao acertaba el tiro de penalti en los segundos finales del partido, probablemente, se quedaría sin trabajo. Ese gol significaría una nueva derrota para Tijuana, esta vez, ante el Atlético de San Luis. Pero el Piojo terminó sonriente, aliviado y con un suspiro de esos que alegran el alma en cuanto vio que el disparo del español terminó en las gradas del Alfonso Lastras para sellar el 3-3 final.
Aún así, Herrera sigue con el agua en el cuello. Los Xolos se mantienen sin ganar en el torneo y ayer apenas le alcanzó para la igualada en un partido de golazos aportados por la escuadra potosina.

Xolos dio una versión más agradable de lo que ha sido su torneo. Se fue dos veces al frente en el marcador, gracias a los goles de Lucas Rodríguez y Efraín Álvarez que habían hecho inútil el descuento de Leo Bonatini. Pero los potosinos reaccionaron con dos joyas de goles, disparos preciosos que terminaron en el ángulo de la escuadra de la frontera.
Primero, Mateo Klimowicz lanzó un obús desde fuera del área. Envío fuerte, potente y con una colocación impresionante que se anidó para crear uno de los mejores tantos en lo que va del Clausura 2024 para igualar a un par de anotaciones el duelo.
Javier Güemez hizo otra obra maestra. Con una volea cruzada, despedazó el empate ante la algarabía de la tribuna que vibró con la hermosura de un gol antológico. La belleza de la anotación fue aún más alegre, debido a que significaba la voltereta en el marcador. El triunfo parecía quedarse en el feudo local, mientras parecía que el Piojo padecía un nuevo descalabro.
Pero los Xolos dieron la sensación de que estiman a su técnico, de que están con él, pese a la adversidad y la carencia de resultados que ha invadido Tijuana en los últimos años. Al minuto 88 Lucas Rodríguez, a pase de Carlos González, igualó todo a tres anotaciones. El punto para Tijuana no terminaba por ser tan malo.

Pero vino una jugada en la que Kevin Balanta realizó una falta dentro del área. Penalti decretó el silbante y no hubo revisión del VAR bajo ninguna circunstancia.
El Piojo no lo podía creer. Unai Bilbao tomó el esférico, lo colocó en el manchón de los once pasos, tomó vuelo y lo voló.
Miguel Herrera apretó el puño, porque se salvó de una derrota y el punto puede significar su continuidad por una semana más.

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