Con la tecnología de Google Traductor

8, enero 2024 - 16:13

┃ Abril Villegas

Franz Beckenbauer fue galardonado por el Gobierno mexicano. Foto: AFP

“Un país de sueño”. Fueron las palabras que vertió Franz Beckenbauer al momento de recibir la Orden del Águila Azteca que otorgó la Embajada de México en Alemania al exfutbolista en febrero de 2007.

TE GUSTARÍA:”Beckenbauer quiso ser campeón en México”, Borja reveló el cariño de Franz por el país azteca

La máxima distinción que da el gobierno mexicano fue entregada a Beckenbauer debido a su estrecha relación con el país y por ser “un hombre leyenda del futbol internacional”.

Además. Se le reconoció por ser “propulsor de la paz y el buen entendimiento entre todos los países del mundo a través del futbol y un gran amigo de México”.

El encargado de entregar el reconocimiento fue el entonces embajador Jorge Castro Valle quien agradeció la sencillez. Y las palabras que vertió el campeón del mundo en 1974 al señalar que México “es un gran país para vivir”.

En su intervención. Beckenbauer señaló que fue positivo que se “rompiera” la clavícula durante el conocido como “Partido del Siglo” de 1970. Ya que todos los mexicanos lo recuerdan por ese incidente.
Durante el encuentro, correspondiente a las semifinales del certamen, el exfutbolista jugó parte del mismo con un vendaje porque sufrió una luxación.

“Estuvo bien que me lo hubiera roto y que me hubiera quedado hasta el final del juego porque con eso quedé en la memoria de muchos mexicanos”, dijo.

La entrega del reconocimiento se realizó en el salón “Benito Juárez” que se encuentra dentro de la Embajada en Berlín. Donde se proyectó un breve video de cuando Franz visitó México para promover la Copa del Mundo que se realizó en Alemania 2006.

En cuanto terminó la ceremonia. El diplomático invitó a Beckenbauer al lobby del lugar donde le esperaba una sorpresa. En cuanto ingresaron, mariachis le dieron la bienvenida al considerado mejor jugador en la historia del futbol alemán.

El objetivo fue que recordara lo que sucedió en 1970 cuando quedó impresionado de escuchar al mariachi mexicano cuando bajó del avión para participar en la justa mundialista.

Al final, el “Káiser” aceptó posar para cámaras privadas y firmó camisetas de la selección mexicana de las personas que asistieron al evento.