Se sabía, de sobra, que Maria Sakkari iba a conquistar la Plaza México. Y es que no importa el escenario que pise, en nuestro país la griega tiene una conexión especial con la gente que provoca que cada golpe de su raqueta tenga de vuelta el aplauso del público.

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Consciente de su poder, Sakkari saltó a la pista del TennisFest enfundada con la casaca de la selección mexicana, esa misma que ha lucido en Guadalajara y asegura que “le encanta”, por lo que en el momento en el que las luces la acompañaron por primera vez, la grada de la México se deshizo en aplausos.

Ya con el público en la bolsa, Maria comenzó a hacer su tenis y desde el fondo de la pista inicio el bombardeo a Wozniacki, quien por algunos juegos aguantó el embate. Pero poco a poco comenzó a ceder ante la griega.

Pero no todo fue fuerza y potencia, Maria también sacó tiros de fantasía que hicieron enloquecer al público, incluso metida en su papel. Comenzó a alentarlos para que explotaran en gritos y funcionó, toda la México se puso a sus pies.

El “¡Vamos, Maria!” constante desde la tribuna no ayudó en nada a la danes. Pues pronto llegaron los errores no forzados que terminaron por entregar su servicio en dos ocasiones y así caer en el primer parcial 6-3 ante Sakkari.

Entonces la gente “cambió de bando”, quería más tenis y por lo tanto el “Venga Wozniacki” emanó de la grada, insuficiente por supuesto. Pues la griega repitió la dosis y ahora con un 6-4 cerró el partido que la valió una vez más la ovación mexicana.

Fue así que la número nueve del mundo conquistó de nueva cuenta México, en una exhibición. Pero confirmando que mientras se encuentre en nuestro país siempre se esforzará al máximo para brindarle al público el espectáculo que espera de ella.

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