A sus 20 años de edad, Carlos Alcaraz ha conquistado gran parte del mundo, pero todavía tiene una cuenta pendiente en territorio mexicano.

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El deportista español se ha ausentado del Abierto Mexicano de Tenis durante las últimas dos ediciones, donde un par de lesiones le impidieron disputar el ATP 500 de Acapulco. En 2021, cuando daba sus primeros pasos en el tour, debutó en el AMT con una derrota en primera ronda ante Alexander Zverev.
Pero ha dejado de ser Carlitos. Ya fue el número uno del mundo y cuenta con dos títulos de Grand Slam en su palmarés.

El murciano está de regreso en el país como una figura a nivel mundial. Se le ve contento, relajado, con la confianza de ser el gran tenista del futuro.
“Llego con muchísimas ganas de jugar en México. Me parece un país maravilloso. Tengo mucha ilusión de poder jugar aquí, de poder vivir el ambiente que se vive. He escuchado que los mexicanos se involucran mucho y son muy pasionales. Tengo muchas ganas de poder jugar”, comentó Alcaraz en la previa del Tennis Fest 2023.
El campeón de Wimbledon posó para el lente de ESTO con la bandera de México entre sus manos, sabedor de la gran cantidad de aficionados que ostenta en el país, a los que les quiere regalar una exhibición inolvidable cuando enfrente la noche de este miércoles al estadounidenses Tommy Paul en la Plaza de Toros México.
“Que se la pasen bien, va a ser un día súper bonito. Que disfruten de mi partido, intentaremos que lo disfruten”, recalcó.

Carlos Alcaraz interrumpió sus vacaciones para deleitar a la afición azteca, que se quedó con las ganas de verlo en Acapulco el pasado mes de febrero y que tiene la ilusión de tenerlo en las futuras ediciones de un torneo que le trae buenos recuerdos a sus compatriotas como David Ferrer y Rafael Nadal, los máximos ganadores en la historia del AMT.
“Algún día sí me gustaría volver a Acapulco. Jugué en 2021 y aunque perdí en primera ronda ante Zverev, me llevé una muy buena sensación de Acapulco. Este año quise jugarlo, pero no pude por lesión, es un torneo que tengo ganas de jugarlo si el calendario y la exigencia me lo permite. Me gustaría jugarlo”, manifestó el actual número dos del mundo.
Alcaraz, como ya es habitual, se convirtió en el centro de atención e ídolo de niños que le muestran admiración a la más mínima oportunidad. Y Carlos, quien apenas tiene 20 años, disfruta de su momento con una madurez tan peculiar como su estilo de juego en pista.

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