Cuando el Chicharito Hernández dejó al Bayer Leverkusen por el West Ham United, hubo un cambio de personalidad en él que repercutió en su rendimiento futbolístico.

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Javier Hernández, quien salió de Chivas al Manchester United, consiguió, según varios analistas -como David Faitelson- la tercera mejor carrera de un mexicano en Europa, sólo por detrás de Hugo Sánchez y Rafa Márquez.

Sin embargo, luego de haber dejado de lado su etapa con los Red Devils, el Real Madrid y el mismo Leverkusen, comenzó la debacle: Con el Manchester United, el Chicharito anotó 59 goles. Con el Real Madrid 9 -estuvo a préstamo por corto plazo como suplente de Benzema- y con el Bayer Leverkusen 39. Sin embargo, con el West Ham apenas pudo marcar en 17 ocasiones durante dos años de estancia; es decir, 8.5 goles por temporada. En cambio, con los Red Devils promedió 12 dianas al año -cinco años de estancia- y con el Leverkusen 19.5 -dos años-.

Chicharito, con bajo rendimiento pero titular en Selección Mexicana

Los Hammers eran un equipo que basaba su estilo de juego en la defensa y sólo trazos largos hacia el frente. Hernández, al ser un delantero dependiente de la creación de oportunidades de sus compañeros, estuvo lejos de las cifras que alcanzó en su primera etapa en Inglaterra y Alemania. Además, la llegada de David Moyes a la dirección técnica del club, hizo que Javier tuviera cada vez menos minutos (Moyes fue DT de Chicharito en el Manchester United y nunca fue de su agrado).

Pese a todo esto, Hernández fue el delantero titular de México en el proceso mundialista para Rusia 2018 y poco antes del inicio del torneo, se viralizó su mensaje: “imaginemos cosas chingonas (que México puede ser campeón del mundo)”.

Aunque el Chicharito anotó ante Corea del Sur e igualó la marca de Luis Hernández como el máximo goleador mexicano en mundiales (4), el Tricolor quedó fuera en Octavos de Final ante Brasil. A partir de aquí, se hizo pública la relación entre el delantero y Diego Dreyfus, un ingeniero y actor que se desempeña como “coach de vida” y es manager de marcas de café y relojes (Platinum Times Co).

El fracaso de Javier Hernández en West Ham y el regreso a América

Hernández empezó a cambiar su personalidad: se convirtió en un jugador que expresaba su sentir con mayor frecuencia sin importarle las formas y eso ocasionó opiniones divididas en la prensa y los mismos fanáticos. Sin embargo, Javier llegó al extremo de pelearse con comentaristas que no compaginaban con sus ideales, caso puntual de Carlos Albert, a quien le escribió: “ya siéntese, señora”. O, también, cuando él y Diego Dreyfus subieron un video a YouTube victimizándose de las críticas de la prensa: “perdón, rucos del futbol, pero ya, sorry, ustedes no tienen ni redes sociales y dicen que Javi maneja mal las suyas”.

Aunado a ello, su rendimiento comenzó a bajar. El Chicharito -que recién había cumplido los 32 años- dejó el futbol de Europa para regresar a América, con el LA Galaxy de la MLS. La afición tuvo expectativas de que Hernández cubriría el puesto de Zlatan Ibrahimovic, pero muy similar a lo que pasó en West Ham, el estilo de juego nunca le favoreció.

En tres años de estancia, Chicharito Hernández marcó 39 dianas con el LA Galaxy, pero nunca pudo ser campeón, lo cual era su objetivo profesional cuando llegó. Si hacemos el recuento de los goles producidos antes y después de 2017, el rendimiento vino a menos, cosa que estuvo de la mano con su cambio personal.

En la actualidad, el LA Galaxy decidió no renovar a Javier y con 35 años no está definido su futuro. De hecho, se ha vuelto viral pero por sus transmisiones en Twitch, donde acusa a los medios de comunicación de crear un ambiente de “dramatismo entre el bien y el mal” alrededor de la Selección Mexicana.

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