Dragón Rojo Jr tendrá que aprender a vivir sin incógnita. El 90 Aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre vio caer una máscara más en el ring de la catedral de este deporte en México. Después de meses de rivalidad con Templario, fue este último quien terminó con su incógnita intacta.

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Directo y sin rodeos, Dragón sorprendió a su rival desde la salida al ring, por la espalda y con un odio notorio comenzó el combate sin necesitar de presentación alguna en las bocinas.

Los primeros minutos pasaron y la imagen del ‘Guerrero León’ en el piso se repetían, ataque tras ataque, castigo tras castigo. Pese a los embustes férreos del ‘General de la lucha libre’, el tlaxcalteca no se rindió.

El público no bajo el ánimo, la división de bandos comenzó, era notorio el apoyo mayoritario para Templario. Sin embargo, unos pocos pero escandalosos mostraron su afición por el originario de la Gómez Palacio, Durango.

El duelo fue corto, pero mantuvo a la grada al borde de la butaca, más de una vez el grito de las tres palmadas se vio ahogado por la resistencia de ambos gladiadores. Edgar ‘el Güero’ Noriega puso el pecho contra la lona en diversas ocasiones sin llegar a las tres palmadas. Ni las mejores llaves de sus repertorios hicieron efecto en ambos.

La condición física de los protagonistas no se puso en duda, con la velocidad que acostumbran demostrar en sus encuentros era cuestión de minutos para que el combate se tornara lento. Sin embargo, tanto Templario como Dragón Rojo tenían otros planes, brindar un espectáculo digno para cada boleto pagado.

Ni siquiera una doble dosis de ‘estacas’, esas patadas en caída desde la tercera cuerda que tantas veces le han rendido frutos fueron suficientes para que el lagunero lograra acabar con el oponente.

Un amplio dominio en lo físico fue el camino que Dragón usó como estrategia, por grandes lapsos se notó una amplia ventaja en la condición atlética de su parte. El camino estaba claro, concentración absoluta y no permitir ataques del rival.

UNA DESCONCENTRACIÓN LE COSTÓ LA IDENTIDAD

Una desconcentración fue lo que abrió las puertas a la victoria del joven representante de Tlaxcala. En medio de un festejo hacia las butacas, Dragón Rojo observó a Chamuel, second de Templario y no dudó en agredirlo. Esa distracción fue el pecado que le terminó costando su incógnita.

Templario corrió en búsqueda de su oponente y en menos de un par de minutos lo sometió sobre el esquinero y con un suplex invertido lo noqueó por unos instantes. Mismos que fueron sumamente valiosos para aplicarle una desnucadora que fue fulminante. Dragón Rojo no consiguió levantarse y las tres palmadas finalmente llegaron.

Con suma atención ningún aficionado se retiró del inmueble hasta conocer el rostro del perdedor. Después de varias vueltas en el ring y acompañado de su esposa e hija quienes desataron la agujeta de su máscara, dio a conocer su rostro y nombre.

Llorando desconsolado desde los instantes previos a despojarse de su tapa, Dragón Rojo dijo responder al nombre de Anselmo Rivas Castro, con 42 años de edad y 22 como luchador profesional.

Una nueva etapa en la carrera de ambos luchadores comenzará después de este 90 Aniversario. Uno en busca de renovar su imagen para mantenerse vigente en este deporte sin lo más preciado que tenía hasta esta noche. Y otro que querrá usar el triunfo como trampolín para convertirse en una estrella de peso en el Consejo Mundial de Lucha Libre.

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