11, agosto 2023 - 6:00
La Catalina superó todas las adversidades para triunfar en la Lucha Libre. FOTO:ÉRIK ESTRELLA
La fiebre por la WWE invadió Sudamérica a principios del siglo, las grandes Divas del ring como Kelly Kelly, Michelle McCool, entre otras ayudaron a que el público femenino se interesara por el Wrestling. En esa etapa nació una joven chilena que con el paso del tiempo haría historia al convertirse en la primera luchadora con dicha nacionalidad en firmar contrato con la empresa más importante de lucha libre en Estados Unidos. Su nombre, La Catalina.
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En charla con ESTO, la joven de 23 años relató que de niña tuvo una inspiración, quería ser “como Trish, Trish Stratus, ella era güera, rubia, ocupaba ropa rosada, entonces para mí era la Barbie y yo quería ser como ella”.
El sueño era claro, sin embargo, el proceso a los encordados no fue sencillo, el primer paso fue uno de los más complicados al confesar a sus seres queridos que quería dedicarse a la lucha libre, situación que provocó las primeras críticas a su persona.
“Claramente cuando le dije a mi familia que quería ser luchadora, empezaron las dudas de si era lesbiana, de que, si me gustaban las niñas, de que no sé qué, muchas cosas que me hicieron dudar a mis 10 años, 11 años de mi sexualidad, pero al fin y al cabo era el deporte que me gustaba y pues nada que ver con lo que decían”, recordó mientras caminaba en el ring sagrado de la Arena México.
EN LA ESCUELA LA MOLESTABAN
Del mismo modo, ser una pequeña niña que soñaba con ser luchadora fue algo que le causó bullying por parte de sus compañeros en la etapa escolar.
“En la escuela, sí, de que era muy nerd y creo que cuando me metí a la lucha mejoré mucho eso, ya tenía actitud, o sea, me iba muy bien en la escuela, pero ya tenía actitud, ya era otra personalidad y ya no dejaba que nadie me dijera nada y menos que me dijeran lesbiana, que eso era lo que más… Creo que me hicieron bullying”, agregó.
La Catalina continuó con sus entrenamientos y sacó provecho de ello, las burlas de sus compañeros no fueron suficientes para mermar sus ganas de triunfar en un deporte donde a las mujeres se les veía de una manera despectiva en su país.
“Y sí fue difícil porque, la lucha en mujeres sobre todo no había, era solamente, va a sonar feo, pero la acompañante del luchador la veían como la ‘puta’ del luchador, así estaba en Chile generalizado a la luchadora y si fue difícil, pero creo que al tiempo que me puse a practicar lucha libre me supe defender”, apuntó.
LA CATALINA VIVIÓ UN SUEÑO EN LA WWE
Para 2017 la oportunidad de su vida llegó, el tryout de WWE en Latinoamérica la dejó como uno de los mejores prospectos de la empresa para el futuro, sólo existía un problema, el que aún era menor de edad. El tiempo pasó y La Catalina esperó un año para ser la primera luchadora cien por ciento latina en firmar con la empresa de Vince McMahon.
“Me vieron luchar y me llamaron, me dieron el contacto pero yo no me podía ir aún porque tenía 17 años, necesitaba esperar un año más y ya fue el 2018 el tryout latinoamericano, pero el primer día yo ya sabía que me iba a ir con ellos porque el entrenador me dijo ‘te gusta volar en aviones y ahí yo supe wow ya me voy’ y fue wow llegas para el sueño”.
“No había muchas latinas, eran muy pocas las latinas que había y las que estaban nacieron en Estados Unido y que sus papás eran mexicanos o que eran de Puerto Rico y ya se la hacía llamar latina”, contó la chilena a ESTO.
Rápidamente notó la diferencia entre la lucha libre chilena y el Wrestling estadounidense, principalmente en la aceptación por las mujeres.
“Allá está un poquito más avanzada la situación, en esos tiempos ya no había tanta discriminación, al contrario, la rama femenil es muy fuerte. Hay de todos los portes, de todos los tamaños, de todos los colores, hay de todo, de todos los países”.
“La empresa me trató muy bien, a los cuatro meses me hicieron debutar en televisión en Monday Night Raw, me pusieron máscara me pusieron la primera luchadora enmascarada de la empresa, entonces me dieron muchos privilegios que estoy muy agradecida con esa empresa”, comentó.
SUPERÓ LAS CRITICAS POR EL SOBREPESO QUE LE PROVOCÓ UNA ENFERMEDAD
Aparecer en la programación televisiva de WWE trajo miles de seguidores, así mismo detractores en su contra, los cuales señalaban un sobrepeso en ella, lo sorprendente del asunto era que los seguidores que más la criticaban eran sus propios compatriotas.
Los cuestionamientos sí llovieron, sobre todo de Chile, ni siquiera de estadounidenses o de otros países. Quienes más me apoyaban, y yo leía los comentarios, eran de México. Sí, muchos mexicanos me apoyaban, pero en Chile me hicieron muchas malas críticas por mi peso, pero nadie sabía lo que es realmente estar en otro país lo que es estar lejos de tu familia, tener 18 años y salir a hablar inglés, pagar cuentas, pagar un carro, o sea pagar todas las cosas y aparte que te dé prediabetes, que te enfermes de COVID, que te dé ovarios poliquísticos”, relató con tristeza en su rostro al recordar el amargo trago.
“Estaba engordando por eso y nadie me decía ‘ oye estás bien’, y yo una vez publiqué tengo pre diabetes y tengo ovarios poliquísticos, empecé a engordar pero la gente decía “esta gorda, no está comiendo bien”, créanme yo estaba comiendo bien, comía lechuga todos los días pollo, tomaba solamente agua, dejé de comer azúcar por un año y aun así no bajaba de peso y fue un proceso muy duro porque no tenía a nadie, no estaba mi mamá ahí, estaba en Chile, a nueve horas”.
LOS Y LAS LUCHADORAS TAMBIÉN SON HUMANOS
El duro proceso que vivió en suelo norteamericano le hizo recordar la parte humana que existe detrás del personaje que se sube al ring, pues debajo de la máscara hay una persona que tiene problemas como cualquier otra, por lo que pidió paciencia y apoyo por parte de los seguidores, los cuales le causaron problemas psicológicos en su momento.
“La fanaticada tiene que ser un poquito más empática, porque somos personas normales y somos superhéroes arriba del ring, mi desempeño no va a cambiar, si yo estoy un poco más gorda o no sé mi color de piel o tengo otro traje u otra personalidad, va a ser el mismo. Pero los luchadores pueden tener cáncer, pueden tener diabetes, pueden tener todo, y es más, muchos luchadores se suben lesionados y aun así no baja la calidad de lo que hacen en su lucha”.
LA CATALINA DISFRUTA EN EL CMLL
Hoy, La Catalina cerró su paso en WWE, la chilena se refugió en México y ahora en las filas del Consejo Mundial de Lucha Libre recuerda los momentos que la trajeron hasta aquí, y los sacrificios que realizó están rindiendo frutos en su carrera.
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“Había ahorrado para estudiar medicina y antes de firmar con WWE estaba estudiando kinesiología y quería medicina sí o sí porque es mi sueño, luego vine a México, entrené aquí, me dieron trabajo y me acuerdo mi primera lucha aquí en México fue en Ecatepec, sentí como ‘wow, wow, la estoy rompiendo’, quería volver a estudiar pero dije ‘mi nombre está sonando y sobre todo en Chile’, me hice un ícono como mujer ya que es un deporte que era para hombres, hoy ya no es para hombres, es también para niñas y las niñas me van a ver luchar, veo a familias, a mamás, cosas que no se veían antes. Siento que era el momento de seguir y creo que llegué al mejor lugar acá en México”, contó.
INSPIRAR GENERACIONES
“También inspiramos a las nuevas generaciones de que pueden salir, que van a hacerlo y lo van a lograr, que si salen de Chile a hacer lucha libre lo van a lograr. Es cosa de esfuerzo, disciplina y constancia, ser fuerte de la mente porque estar lejos de tu familia. Yo me fui muy chiquita, mi hermano recién tenía 13 años, me fui cuando mis papás eran muy jóvenes también, yo me fui joven y es ser fuerte de la mente. Vas a estar en muchos lugares donde no vas a saber, no vas a conocer, pero yo creo que, si eres disciplinado, constante y respetuoso, te va a llegar a lugares muy lejos”.