El Craven Cottage es un estadio veterano, su construcción data del siglo XVIII. Inició como una cabaña (cottage) y se convirtió en estadio un siglo después, en 1896. Como un recinto pasado de años suelta calma, paz, precisamente la que se prevé tendrá Raúl Jiménez una vez que se convirtió en nuevo jugador del Fulham.

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Una escuadra de los Cottagers en la que sin duda existirá la obligación de mantenerse en la Liga Premier de Inglaterra, pero de no ser así tampoco es algo que enloquezca a los aficionados, quienes han estado a acostumbrados a subidas y bajadas.

Tan fieles, nobles y calmados son los aficionados del Fulham que los jugadores suelen dejar sus vehículos en una escuela cercana al recinto de la calle Stevenege Road y no atraviesan problema alguno. De tal modo que los futbolistas deben caminar alrededor de 200 metros para ingresar al inmueble y cumplir con algún entrenamiento o partido, en su paso son abordados con total tranquilidad por los seguidores, quienes les piden la selfie o el autógrafo.

Por una de las puertas negras que componen el estadio entran los jugadores mientras se observa la estatua de Johnny Haynes, leyenda del Fulham FC, quien supo defender los colores de la Tercera División hasta la máxima categoría. Es un integrante del Salón de la Fama del balompié inglés.

AFICIONADOS AFUERA DEL CRAVEN COTTAGE CONFÍAN EN RAÚL JIMÉNEZ

Sin duda que se prevé complicado que Raúl Jiménez pueda tener una estatua en las afueras del Craven Cottage, pero hay aficionados al Fulham que al menos esperan cumpla con una cantidad de goles aceptable, entre 12 y 15, tal como lo dijo uno de los vendedores de la tienda oficial, local que es de lo más moderno que se puede apreciar por esos lares de la capital inglesa.

“Es un muy buen jugador. Lo ha hecho bien en los Wolves. Apoyo al Benfica, en el que jugó antes en Portugal y lo hizo muy bien allí y se ganó su pase a la Premier League. Así que es muy bueno que esté en Fulham. Sí, espero que llegue a las dos cifras, tal vez de 12 a 15 goles por lo menos. Esa sería una buena primera temporada para el Fulham y, con suerte, la próxima temporada podrá llegar a los 20 tantos”, indicó el vendedor, quien prefirió guardar su nombre al ser alguien que trabaja para la institución de los Cottagers.

ESPERAN QUE EL LOBO REGRESE A SU MEJOR VERSIÓN

Otro de los trabajadores, quien cumple con la misma normatividad del anonimato por deberse a los colores del Fulham, añora en que el hidalguense recupere la confianza, “sigo pensando que puede volver y hacer algo en su nuevo club, ya sabes, un nuevo entrenador que cree en él, espero le vaya bien”.

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Por lo pronto, mientras Raúl Jiménez se encuentra con su nuevo equipo de la Premier League de pretemporada en territorio estadunidense, en casa ya lo esperan llenos de ilusión en el recinto, que lucirá lleno en cada partido y que por cierto estrenará butacas para una mayor comodidad. Un inmueble que al mirarlo de frente sobre la Stevenege Road en la parte de atrás está protegido por las aguas calmadas del Támesis, de su costado derecho se aprecian casas particulares y del lado izquierdo un verdoso parque. Si uno camina por ahí y no conoce la casa del Fulham podría pasar desapercibida con su fachada de ladrillo, que más bien se asemeja a cualquier otra obra pero no a un estadio de futbol si no es por los letreros y las lámparas que se asoman al igual que la tribuna visitante.