Aaron Rodgers iusiona. No importa si hace más de 50 años no ganan el Super Bowl, tampoco si desde hace más de una década no clasifican siquiera a los playoffs, en el equipo de los Jets de Nueva York existen ilusiones renovadas y no es para menos la llegada del experimentado quarterback Aaron Rodgers así lo propició.

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La leyenda de Green Bay Packers ahora es parte del equipo neoyorquino con el que espera escribir una linda historia antes de alejarse de los emparrillados. Justo este jueves, Jets cumplió con su primera práctica formal de campamento tras la temporada baja y donde por supuesto Rodgers acaparó los reflectores.

El receptor abierto Garrett Wilson, quien anhela recibir varios ovoides provenientes del brazo de Rodgers, no dudó en subrayar que el objetivo es conquistar el Vince Lombardi. “Sí, no voy a fingir, queremos ganar el Super Bowl”.

Abundó: “Las expectativas son altas, es la forma en que nos esforzamos como atletas. Nos encanta eso y queremos tener expectativas que cumplir. Nadie quiere sentir que estamos durmiendo ni nada de eso, y ese es el ambiente por aquí. Es genial, nos pone un pequeño chip en los hombros. Ahora tenemos que ir a hacerlo, todo comienza ahora”.

Ante esas palabras de Garrett con la prensa, Aaron Rodgers también tuvo su opinión y aunque entiende que los objetivos son claros, su experiencia dicta que primero se tiene que construir un buen equipo antes de pensar en lo más alto, hay que ser mesurado.

“Quieres ser parte de un lugar que tiene altas expectativas. Hay mucha positividad por aquí, lo que creo que es algo bueno. Pero tenemos que moderar las expectativas en el campamento. Es una larga temporada llena de altibajos, picos y valles. Creo que tenemos que construir esto de la manera correcta. Pero hay mucha positividad aquí y eso es divertido”, destacó el veterano mariscal de campo.

AUGURAN UNA DUPLA DE MIEDO

Precisamente la dupla Rodgers-Garrett podría ser la carta fuerte de los Jets para esta temporada que se avecina, incluso el quarterback reconoció que Wilson le recuerda a su amigo Davante Adams, con quien hizo buena mancuerna en Packers.

“Amo a Davante y lo vi este verano. Pero, ese número 17 (Adams) me recuerda a este 17 (Wilson) en cuanto a su capacidad para entrar y salir de los descansos y su rápida contracción en la línea de scrimmage”, dijo Rodgers.

Por su parte, el head coach Robert Saleh subrayó que la llegada de Aaron Rodgers “aporta mucha sabiduría a la sala de mariscales de campo, mucha confianza al lado ofensivo con el balón, mucha emoción a la organización. Pero nada de eso importa si no estamos atacando el día”
El entrenador en jefe admitió también que hay unas altas expectativas en los objetivos trazados, pero descartó una presión, ya que eso existe durante todos los días con el compromiso de cumplir en cada entrenamiento y partido.

“La presión es hacer tu mejor esfuerzo todos los días, encontrar una manera de mejorar cada día y confiar en que los resultados llegarán. No tienes control sobre los resultados, pero sí tienes control sobre cómo abordas cada día personalmente y como equipo”.

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