Desde principios del Siglo XXI la Fórmula Uno se ha empecinado en conquistar el inmenso y seductor mercado que representa Estados Unidos a nivel global. Y aunque por años el éxito se le ha negado, la temporada 2023 podría significar la consumación se la “conquista norteamericana”.

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Tan sólo en 2022, el “gran circo” vio un importante incremento en el interés del público estadounidense, pues se posicionó como la tercera categoría motor con más audiencia en aquel país. En promedio, la Fórmula Uno tuvo 1.21 millones de espectadores en el territorio de las barras y las estrellas por carrera, según el portal “Sports Media Watch”, lo que representó un aumento del 28% con respecto a 2021 que tuvo 949 mil y que hace de la campaña donde Max Verstappen fue bicampeón, como la más exitosa.

Sin embargo, ni con esos números positivos a la Fórmula Uno le alcanzó para vencer a la NASCAR ni a la IndyCar Series, que desde siempre han sido las más populares en Estados Unidos. La primera tuvo un promedio de 3.03 millones de espectadores, mientras la segunda sumó 1.3 millones. La conquista, por lo menos en rating, está cerca contra otras categorías, pero muy lejana de los deportes tradicionales como la MLB que tuvo un promedio de 11.9 millones en la Serie Mundial y ni hablar de la NFL que fue vista por 200 millones de personas.

La única Liga con la que puede competir la Fórmula Uno en Estados Unidos es con la MLS, pues la final donde Carlos Vela se coronó en el LAFC tuvo 2.1 millones de espectadores, y tan sólo el Gran Premio de Miami juntó 2.5 millones. Aunque hay que considerar que el futbol no es ni de cerca el deporte más popular en el país vecino.

Aparte de los números, es importante resaltar lo que la categoría ha hecho a nivel comercial para llamar la atención de ese público. La empresa que posee los derechos comerciales de la Fórmula Uno, Liberty Media, es estadounidense, al igual que la escudería Haas que participa en la parrilla desde 2016 y a partir de la temporada 2023 el piloto Logan Sargeant correrá con Williams y es el primer americano en el “gran circo” desde Alexander Rossi en 2015 que pasó sin pena ni gloria.

Mediante Sargeant, que es considerado una joya de 22 años y con el añadido del Gran Premio de Las Vegas, la Fórmula Uno piensa consumar de una vez por todas la conquista del mercado de Estados Unidos, el último que le falta pero también el más importante.

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