El día y el horario del encuentro entre América y Tijuana tuvieron una buena reacción en el aficionado capitalino, y sobretodo en el azulcrema.

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Desde las tres de la tarde la taquilla se abrió para que los asistentes pudieran aprovechar la promoción de 2×1, aunque resultó en un caos con una larga fila que le dio la vuelta a la explanada principal.

Mientras algunos se formaron para sus entradas, otros se enfocaron en las tiendas de accesorios dentro del perímetro de la fila. Los niños eran los más ilusionados con poder conseguir la playera de su jugador favorito, dentro de los que se encuentran el español Alvaro Fidalgo y claro, Henry Martín, los dos que se han ganado el corazón de los más pequeños por su actuar en la cancha.

El precio de puesto en puesto no varía mucho, entre 250 y hasta 700 pesos se puede encontrar una playera, una gorra y una sudadera aunque eso sí, este costo es sólo para los locales pues cuando alguna persona con facciones extranjeras se acercaba a preguntar alcanzaban un rango de 350 hasta mil pesos.

Y este América y el Estadio Azteca son una combinación turística muy atractiva para los que no son mexicanos. Estadounidenses, neerlandeses, uruguayos, argentinos, italianos y hasta coreanos se dieron cita para ver a las Águilas, aunque muchos de ellos solamente navegaron en el mar de gente un rato y después se marcharon al no encontrar boletos.

“Es mi primera vez en México y quería visitar el Azteca, pero nos encontramos con tanta gente ya no podemos entrar. Esto no se ve en Chicago”, dijo Mark de 28 años, originario de la ciudad del estado de Illinois.

Por supuesto, uno de los atractivos principales del duelo era el regreso del Miguel Herrera como rival y aunque los americanistas le agradecen los éxitos conseguidos, esperan que no regrese al vaquilla azulcrema próximamente.

“Se le quiere, nos dio buenos títulos pero ahorita estamos bien con el “Tano”. Ya será después”, comentó José, fanático azulcrema.

Eso sí, casi en consenso los aficionados piden regreso al “Piojo” al banquillo de la selección mexicana y quienes no, esperan que un mexicano esté en el lugar que por ahora le pertenece a Diego Cocca.

“Yo no sé qué piensan los directivos ¿otro argentino? Es pan con lo mismo no se que tengan en lo sesos”, dijo otro aficionado mientras esperaba en la larga fila para comprar sus boletos.

A 20 minutos del silbatazo inicial, la explanada comenzó a vaciarse y ahora el caos fue en los torniquetes de entrada de tantos fanáticos y familias quienes con deseo esperaban ver un triunfo americanista contra su ex entrenador.

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