Su llegada fue en completo silencio, pero con una gran expectativa a su alrededor. A Diego Cocca no se le permitió hablar ni emitir ninguna declaración en cuanto llegó al Aeropuerto de la Ciudad de México.

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Era lo esperado, al menos hasta que fuera presentado de forma oficial como nuevo director técnico de la Selección Mexicana en el Centro de Alto Rendimiento, pasado el mediodía.

Al entrenador argentino lo recibió una comitiva numerosa, entre gente de comunicación del Tricolor, también de la Federación de Futbol y hasta un par de elementos de seguridad privada. Su aparición por llegadas nacionales no tardó mucho después de su aterrizaje. A las nueve de la mañana por fin se vio a lo lejos, con cuatro maletas grandes cargadas de renovadas ilusiones por su nuevo reto como profesional.

Cocca quizá no lo esperaba, pero fue recibido por una docena de medios de comunicación.

Entre micrófonos y cuestionamientos, el timonel fue claro. “No es el momento ni el lugar, en el CAR les podré responder todas sus preguntas. Muchas gracias y adiós”, se limitó a decir.

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Entre todo el alboroto que causó con su arribo, el sudamericano caminó de forma veloz y abordó una camioneta para partir rumbo al sur de la capital donde fue esperado por Rodrigo Ares de Parga como nuevo director de selecciones nacionales y Jaime Ordiales como director deportivo, donde sostuvo una plática previo a su presentación en el lugar que desde ahora será su casa.

EN LA SULTANA DEL NORTE SÓLO AGRADECIÓ

Muy temprano, en punto de las seis de la mañana, Diego Cocca apareció en el aeropuerto de Nuevo León. Diversos medios de comunicación regiomontanos se dieron cita para despedir al que tan sólo un par de días antes todavía era el director técnico de Tigres.

El argentino no dio declaraciones y se limitó a agradecer. “¿Profe nos podemos ilusionar con la Copa del Mundo?, ¿Listo para asumir la dirección técnica de la Selección Mexicana? Fueron los cuestionamientos principales, pero el timonel se mantuvo apenas en silencio.

“No voy a hablar, voy a hablar allá (en la capital) Hasta luego, gracias por todo”, fue lo único que expresó el nuevo mandamás tricolor.

De esa forma culminó su etapa en la Sultana del Norte, donde no quedó muy bien parado tras preferir llegar al banquillo de México y no quedarse a cumplir su compromiso con los felinos.

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