La árbitra mexicana Hortencia Sánchez Carrizales tiene claro su deseo que es llegar a la NBA, sin embargo, va paso a paso y por ahora tiene en mente afianzarse en la NBA G-League, la categoría que antecede a la máxima liga de baloncesto en el mundo.

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“La meta más alta es llegar a la NBA, pero me gustaría ir paso a paso, he aprendido en mi vida y en mi carrera que si bien no hay que olvidar la meta final hay que fijarnos en los primeros pasos que podemos dar entre donde estamos y a donde queremos llegar”, enfatizó en charla con el diario ESTO.

Detalló que “por lo pronto esta temporada hay que terminarla bien, trabajar bien”, ya que en esta campaña es la primera vez que ha tenido mayor responsabilidad dentro de la duela pues en algunos encuentros ha sido elegida jefe del equipo de árbitros.

“Esta es mi primera temporada que tengo algunos juegos de jefe del equipo de árbitros como máxima responsable del juego y aunque somos tres, al final del día si hay una situación complicada al tomar la última decisión esa la toma el árbitro principal. En esta temporada es donde he tenido esas oportunidades, quiero tener más juegos de esos, hacerlo bien e irremediablemente cuando uno trabaja bien, mejores cosas vienen”.

Insistió que en el sistema de árbitros de la NBA se puede llegar “a la WNBA o saltar directamente a NBA, pero prefiero enfocarme juego tras juego, temporada a temporada, terminar esta bien y hacerlo lo mejor posible para la G-League”.

Arbitra sin querer

La potosina reconoció al Diario de los Deportistas que en su época de secundaria jugaba al basquetbol y por obra de la casualidad, aunque también aprovechó la oportunidad, de repente comenzó a tener una función de árbitra en la liga dominical de su estado natal hasta que en 2018 recibió una charla por parte del exárbitro NBA, Bennnett Salvatore, para enchufarse más al arbitraje del baloncesto.

“Llegué a la G-League a través de un curso que se hizo en 2018 por lo de la semana de la NBA en México. Dentro de las actividades que realiza NBA, no es solo el juego, hacen cosas paralelas y programaron charla con árbitros locales, viaje de San Luis Potosi a México a tomar la charla que duró entre una hora y media a dos horas, la plática la dio un ex árbitro NBA, Bennett Salvatore”.

Explicó que cumplió con tres procesos “fuimos, arbitramos unos pequeños periodos de la NBA Academy, que en ese entonces estaba en la Ciudad de México y a partir de ahí me invitaron en 2019, donde estuve en tres campamentos ya dentro del proceso de selección de NBA. El primero fue con puras mujeres, éramos alrededor de 46 mujeres y 4 hombres, nunca había visto tantas mujeres árbitras con tanto talento, pasé ese. El segundo campamento fue mujeres con hombres y el tercero nos comunicaron que fuimos contratados para trabajar dentro del programa de G-League”.

Recordó con una gran sonrisa que ser árbitra “fue algo que sin querer llegó a mi vida, jugaba en una liga dominical con el equipo de mi escuela de la secundaria en 1998, jugábamos cada domingo, esa vez faltaba un árbitro, el coordinador de árbitros preguntó a mi entrenador si había una niña que se pudiera quedar y como no tenía nada que hacer dije ‘yo me quedo’. Para la siguiente semana me dijeron ‘quieres volver, adelante nada más te traes un pantalón negro y una camisa gris’ y de todas maneras jugaba en la liga. Dije ‘qué más da’ y como niña de 12 con un pago dije ‘claro que quiero regresar’ y así empecé cada fin de semana. A la par que también jugaba, me quedaba arbitrar”.

Agradece el respeto sin importar el ser mujer

Hortencia Sánchez Carrizales ahora hace lo que más le gusta a nivel profesional y agradece trabajar para una organización en la que se siente respetada sin importar el hecho de ser mujer y tampoco el hecho de ser mexicana, latinoamericana.

“Aquí en Estados Unidos absolutamente ningún (problema de menosprecio, racismo he tenido). El trabajo y la interacción que hay es sumamente profesional tanto de equipos, jugadores, entrenadores, staff, entre nosotros como árbitros con nuestros jefes, absolutamente profesional y eso es algo que me gustó demasiado”.

La oriunda de San Luis Potosí resaltó: “Yo tenía un sueño y si yo tenía un sueño en mi vida era poder trabajar en un lugar donde yo fuera respetada y se valorara mi trabajo por el trabajo en sí, no por el género al que pertenezco y por la ciudadanía que tengo. En la NBA es sumamente profesional todo, mucho respeto y que más puede uno pedir”.

Destacó la organización, valores que existen dentro de la NBA y si bien las estrellas son los jugadores, se reconoce el trabajo que hacen los árbitros. “Ya cuando uno está aquí en la NBA se da cuenta de la estructura que hay y el profesionalismo con el que NBA trata a cualquier persona y a cualquier departamento que forma parte de ellos como empresa, nosotros como árbitros obviamente nuestro trabajo no son los reflectores porque las estrellas son los jugadores, pero NBA hace un trabajo muy arduo con los árbitros. Nosotros fungimos como autoridad y el que regula a los dos equipos”.

De paso, Hortencia Sánchez se dijo afortunada de ser árbitra de basquetbol y no de futbol, consciente de que sus homólogos del soccer suelen lidiar con una presión un poco más alta por parte de los aficionados.

“Agradezco ser arbitro de basquetbol y no árbitro de futbol porque pobres árbitros de futbol la verdad que les va muy mal, muy mal, la presión que tienen es mucha, nosotros obviamente también tenemos mucha presión porque cada jugada que hay en el partido implica una decisión. Que pites o no pites implica una decisión y uno siempre trata de acertar y el trabajo del árbitro al tener dos equipos cuando tomas una decisión irremediablemente hay un equipo que sale favorecido y otro que sale afectado, pero es parte del trabajo.“

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“Entender eso requiere bastante entrenamiento, bastante trabajo mental, entender que uno no está ahí para darle gusto a nadie, estás ahí para hacer un trabajo que es tomar decisiones en la que dos equipos nunca se van a poner de acuerdo”.

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