Cincinnati se plantó en el Highmark Stadium y alargó su racha de triunfos consecutivos a 10, tras superar 27-10 a unos decepcionantes Buffalo Bills en la ronda divisional de la Conferencia Americana.

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El vigente campeón de la AFC volverá al juego por el título y lo hará en un estado de forma inejorable. Su próximo oponente serán los Kansas City Chiefs, rival al que le tienen tomada la medida.

Cabe destacar que justamente en la campaña anterior, Cincinnati le ganó en tiempo extra a Kansas City la final de la Americana por 27-24 en tiempo extra.

El “victimismo” le jugó a favor a los pupilos de Zac Taylor. A lo largo de la semana, tomaron como motivación que incluso se empezaron a vender los boletos de una hipotética final entre Bills y Chiefs.

Taylor motivó a sus jugadores para que estropearan los planes de la propia liga y ellos se encargaron de montar una exhibición en ambos costados del emparrillado.

Joe Burrow no tardó en dejar su huella. Apenas en el primer cuarto, el estelar quarterback comandó dos series ofensivas hasta la zona prometida para el 14-0 parcial. Buffalo era incapaz de responder. Josh Allen fue controlado por la defensiva rival y únicamente en una oportunidad de acercaron a la zona roja en la primera mitad. El propio #17 anotó el touchdown por la vía terrestre.

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La visita mantuvo el plan de juego y lo llevó a cabo al pie de la letra. Si por un lado Burrow y su corredor Joe Mixon movieron las cadenas a placer, por el otro apareció la versión más gris de la unidad comandada por Allen.

Al final fue interceptado y con ello se esfumó cualquier intento de remontada del equipo de casa.

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